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El Sonido en un Podcast

La importancia del sonido en un podcast

Desde hace mucho tiempo, estoy inmerso en el mundo del podcasting, un mundo peculiar en donde se dan cita, hoy mas que nunca, un sinfín de personalidades y estilos diferentes, todos ellos contando una historia. Digo esto porque, a fin de cuentas, el podcasting se basa en eso, en contar historias.

Mi historia con el podcasting, es mi historia con el sonido en sí mismo, se podría decir que este medio cambio la forma en la que escuchaba el mundo. Siempre me ha interesado contar historias, y los programas de radio es algo que me fascinaba, de niño, imaginaba esas ondas entrando en mi casa y alimentando mi aparato de radio con voces que contaban historias, todas ellas con un timbre de voz completamente diferente, me imaginaba como eran esos locutores, y como se hacia un programa de esos.

Estoy hablando, amigos, de los 80’s, los tiempos oscuros pre-internet en los que no podíamos buscar algo en Google, e instantáneamente saber todo acerca de ello, tiempos en los que el ensayo-error era la única táctica valida. Ya en esa época me dedicaba a hacer esos programas con un radio casete de doble platina, un micrófono dinámico, perteneciente a un karaoke que solo se uso una vez, y mi habilidad inexistente, con resultados muy decepcionantes, nada sonaba ni remotamente como lo que yo quería imitar.

A mediados de los 90, en mi etapa adolescente, aun pre-internet, me interese por una oportunidad en una emisora de radio e hice una prueba para locutor de cuñas de radio, yo sabia que mi adolescente voz no luciría lo suficiente como para que me dieran un trabajo, yo acudí allí para ver el estudio.

Me fije en todo lo que allí había, hoy en día sé que tenían una vieja mesa de mezclas, por la forma yo diría que Neve, o ssl, o quizá ese es un recuerdo engañoso y lo cuento así porque lo he idealizado con el tiempo, quien sabe? Y bueno, a quien le importa?

Evidentemente no me dieron trabajo, y me sorprendió bastante que no me ofrecieran algún curso, dado mi interés por todo lo que allí tenían, debo decir que fue una experiencia muy fría y estéril que me dejo un sabor agridulce en la boca, eso unido a vicisitudes de la vida, hicieron que esta curiosidad por el sonido, las ondas y, en menor medida, contar historias, no desapareciera pero si se diluyera mucho.

No tardo mucho en llegar internet, un verdadero game changer, aunque en esa primera época, solo servia para buscar trucos de juegos de Super Nintendo y otras cosas que no es necesario nombrar aquí.

Mi camino profesional acabo no teniendo nada que ver con los intereses que tuve durante mi infancia, pase mucho tiempo en trabajos nada creativos, en los que contar historias estaba relegado a la hora del almuerzo al sol, pero no era lo que yo buscaba, no era lo que yo aun quería descubrir, estas ganas de saber me hicieron investigar en algo nuevo, algo que era como la radio pero para todos.

Internet democratizo muchas cosas, pero entre todas ellas, la que mas nos interesa aquí es la radio. Todo el mundo podía imitar esos programas que me fascinaron durante tanto tiempo, y ademas, también en internet, había gente que enseñaba a hacerlo, el día que leí el primer blog sobre cómo grabar un podcast, sonreí.

Durante todo este tiempo, internet ha cambiado mucho, como también ha cambiado la forma en la que tratamos el sonido en la caja, se ha simplificado mucho, ahora con poco mas que un ordenador y un micrófono, podemos contar nuestra historia, podemos hacer un podcast, no es genial?

Incluso yo mismo me anime, tiempo atrás, a contar mis historias, a hablarle a quien me escuche de otra de mis pasiones, en Radical Player hablamos, mucho..

Como decía antes, mi historia con el podcasting es mi historia con el sonido, cuando empece con el podcast, el primer capitulo se grabo con un Netbook de 10 pulgadas y un micrófono dinámico que nos íbamos pasando unos a otros cuando queríamos intervenir, de locos!
A pesar de un podcast con carencias muy serias y con un nivel de sonido que rozaba el absurdo, a una emisora local, espiral Fm, le caimos en gracia y conseguimos un pequeño espacio semanal en su parrilla, no implicaba dinero, pero resulto ser un golpe de moral para seguir creciendo, mas bien empezar a crecer, y seguir investigando.

El programa lo hacíamos en falso directo, es decir lo grababa en una habitación, mas o menos acondicionada para ello, que tenia en mi casa, una mesa de mezclas barata, behringer y sus productos amateur son geniales a veces, y unos micrófonos dinámicos que, sin saberlo, resultarían ser estándar en la industria musical, y que a mi me salieron tirados de precio, bueno a mi y a mis compañeros de programa, debo decir que todos ellos colaboraron con unos cuantos euros y mucha ilusión.

No voy a hablar del contenido del podcast, deciros que charlamos amigablemente acerca de videojuegos y cualquier forma de ocio digital, es totalmente irrelevante aquí y ahora, pero lo que si que quiero comentar es el nivel sonoro, bastante lamentable, del que hacíamos gala.

Conseguí el cool Edit pro, un programa al que le debo desde el nombre de mis primeros podcast, al menos parte de el, hasta mis habilidades de edición de audio, nunca una herramienta tan básica, había hecho tanto por mi, aquí podía ver las ondas, una representación de ellas al menos, y de repente, todo esto era muy visual.

Aprendi a editar, a normalizar y a limitar el audio, todo ello formaba parte del curso que me dio la emisora para que mi programa se adecuara sonoramente a lo que el “sistema” requería a la hora de emitir, y que la misma emisión fuera consistente con el resto, mención a ellos por enseñarme tanto.

Pero de todo lo que aprendi, hay una cosa que nadie sabia explicarme, qué era el “sistema”?

Poco me explicaron acerca de esa misteriosa herramienta, pero para mi estar sentado, muy de vez en cuando, enfrente de una mesa de mezclas profesional, era ya todo un logro, y haciendo radio, con mi voz y mi acento, tenia que ser un error, así que no decía nada.

Llego el día en el que emigre, y deje el programa de radio, que publicábamos en formato podcast también, pero gracias a la comunidad que hablamos formado y a que me aburría mucho aquí solo, decidimos arrancar en formato podcast, y recuperar así, el Netbook de 10 pulgadas.

En esta andadura en formato podcast, y colaboradores no presenciales, era un reto gigantesco, mis conocimientos sobre audio no eran suficientes y, poco a poco, me iba dando cuenta de porque..

El porque de todo esto es la razón que me ha traído aquí hoy, y es que me gustaría repasar algunos errores de novato que todos cometemos, o hemos cometido, y quisiera dar una “formula” para que el sonido de nuestro podcast no sea tan amateur, si esto fuera un anuncio, os diría “quieres llevar tu sonido al siguiente nivel?” Pero no es tanto eso, son unos sencillos tips que provienen de la experiencia propia.

En la actualidad, he terminado de estudiar ingeniera de sonido y aun estoy buscando mi sitio en este mundillo, sobrevivo como productor de fortuna, aunque no me gusta demasiado la música electrónica, hago algunos Beats cuando me aburro, y voy al estudio a grabar canciones cuando estoy de suerte y alguien lo requiere, pero la mayor parte del tiempo me encuentro planteando nuevos podcast, trasteando con los varios instrumentos que tengo en casa, escuchando música y podcasts.

Ultimamente he estado escuchando mucho la plataforma ivoox, aunque sé que en otras plataformas también hay grandes podcasts, bien pues es en esta plataforma en donde me he dado cuenta de algo, el sonido de muchos podcasts es deficiente.

Estoy de acuerdo en que una plataforma, como la que antes he nombrado, deben limitar la subida de audio de alguna manera, y mas siendo gratuita, en este caso limitan los kbps de nuestros programas, pero aun siendo esto un estorbo para el adecuado sonido de un podcast, es aceptable, lo que ha llamado mucho la atención es el pobre sonido, desde la fuente, eso me hace pensar que muchos de los que empiezan, o algunos veteranos, no saben sacarle partido a sus estudios de dormitorio.

No quiero dar una clase, ni ponerme en plan abuelo cebolleta, soy consciente de que lo importante es el contenido, pero cuidemos el continente también, será mucho mas gratificante para nosotros y más placentero para nuestros oyentes.

Hace pocos días leí en una conversación en redes sociales, facebook, una conversación en un grupo, en donde un podcaster “veterano” le aconsejaba a uno novato que se acercara mucho al micrófono para conseguir una voz mas grave, a esto se le llama efecto proximidad, esta desaconsejado en la grabación de estudio, a menos que la canción así lo requiera, normalmente si un cantante se acerca mucho al micrófono debemos repetir la toma, este efecto hace que nuestra voz se oiga mas grave pero también hace que tenga menos detalle y corremos el peligro de clip, es uno de los errores que yo cometía, en esta conversación me di cuenta de que lo que ambos buscaban no era la voz mas cálida, lo que en realidad buscaban era eliminar el eco.

Todos pasamos por mas o menso las mismas experiencias con el podcasting, lo que yo quiero explicar es una manera de grabar de forma profesional en casa, con material que cuesta muy poco dinero o incluso gratis.


Los errores mas comunes al empezar en el podcasting normalmente son:

  • La mala acústica de nuestras habitaciones
  • La mala calidad de los micrófonos que usamos
  • La mala edición, esto solo es practica, editad amigos, editad mucho.
  • El efecto proximidad
  • El Mp3

Las habitaciones de las que disponemos en una casa media española, obviamente, no están preparadas para albergar un estudio, modesto pero estudio, de grabación, y de esto no podemos escapar, lo que si podemos es aplicar una norma, la norma de lo duro y lo blando.

El sonido rebota en lo duro, y es absorbido por lo blando, a la hora de capturar tu voz como presentador de tu flamante podcast, debes eludir toda clase de reflexiones del sonido, puede parecer un bonito reverb, pero para tus oyentes es un problema, no te entienden bien, estas demasiado lejos y eso enfría tu voz y la situación, creedme era otro de mis fallos y he recibido mucho feedback al respecto.

Si os parecéis un poco a mi, yo pensaba que los paneles acústicos eran la solución, la fibra de vidrio, parquet en esa habitación, etc.. con el subsiguiente desembolso de dinero que eso conlleva, pero un día me di cuenta de una cosa, yo tengo almohadas en mi habitación, y peluches, y abrigos colgados cerca de mi, porque no usarlo?

Closet with men’s and women’s clothes

Siguiendo la teoría antes mencionada, debemos intentar eliminar cualquier superficie dura de nuestro alrededor, para ello usaremos cualquier tipo de almohada, esponja, abrigo o tela cuanto mas gruesa mejor, si disponemos de paneles acústicos los repartiremos por las paredes, y debemos colocar algo en las esquinas de la estancia, si la habitación es muy grande, el sonido hueco que recogeremos tampoco es el deseado, así que intentaremos hacernos un “fuerte” alrededor de donde grabemos, sed creativos.

Con esto disminuiremos las reflexiones de audio en nuestro micrófono, ya podríamos pasar a la siguiente fase, el micrófono, cuál elegir?

Hoy en día no es extraño tener un micrófono de calidad aceptable en casa, los usamos para gaming, teletrabajo, etc.. a priori cualquiera de esos micrófonos nos pueden dar una calidad aceptable, aun disponiendo de uno de estos micrófonos, seria ideal poder adquirir uno expresamente para nuestras grabaciones, aquí el presupuesto manda, pero desaconsejaría modelos como el u87 de Neumann, ya que aun siendo un excelente micrófono, no merece la pena invertir esa cantidad de dinero.

Para una actividad como la nuestra, personalmente tendría dos modelos de referencia, el sure sm57/58 beta por su versatilidad y su precio, aun siendo algo caro para lo que alguien que empieza quiere gastar, es un micro que nos dará una fiabilidad y una claridad muy buenas, especialmente el sm58, por algo menos de 80 euros podemos tener uno nuevo, o podemos buscar algo de segunda mano.


La opción mas económica, y algo mas complicada, son los micrófonos de condensador que se venden en ebay, amazon, etc… son marcas chinas, e incluso los hay sin ninguna marca, valen en torno a los 20 euros y, he de reconocer que me sorprendieron muy gratamente, y si tenemos mas presupuesto en torno a los 150 euros tenemos el RODE nt1a un micrófono muy completo y perfecto para podcasting.

El hecho de que sea un micrófono de condensador nos condicionara en dos detalles fundamentales, necesitaremos un extra de potencia, llamada Phantom power, ese extra de potencia lo dará la mesa de mezclas o la interface, pero de eso hablaremos mas adelante, y la ganancia que le daremos, los micros de condensador son mucho mas sensibles, por eso su soporte es diferente también, estos llevan el shock Mount para evitar golpes que afearían mucho nuestro producto final.

Con una ganancia adecuada, cualquiera de los dos micrófonos debería darnos un buen resultado, le instalamos el filtro antipop, esto vale unos 3 euros, asumo que tenemos uno, o podemos fabricarnos uno con unos panties y una percha de metal, y ya estaríamos listos para hablar del intermediario entre nuestro ordenador y nuestro micrófono, la interface o mesa de mezclas.

Para hacer un podcast yo recomendaría una mesa de mezclas, ya he hablado de berhringer anteriormente, es barato y dan un buen resultado, no profesional, pero más que aceptable. Por poco más de 100 euros se pueden encontrar incluso packs de mesa de mezclas de 2 canales, uno para la música y otro para nuestra voz, yo optaría por una de al menos 4 o 6 canales para tener mayor control de los niveles, aunque esto es una decision bastante personal, una interface de audio nos puede servir igual y las hay bastante baratas.

Si no disponemos de nada de esto y tenemos un micrófono usb, podríamos usar programas de grabación de audio como pro tools, logic, cubase para tener acceso a la mesa de mezclas virtual, es otra opción aunque, a mi parecer, es mucho mas cómodo tener los faders físicos y poder modificar dos al mimo tiempo.

Programas recomendados para empezar un podcast, adobe audition, logic pro x, garaje band y audacity.

Y todo esto para qué? Pues todo esto amigos me ha servido para llegar al momento de tener un mix con una calidad aceptable, ahí debemos estar atentos a un par de cosas de suma importancia, la primera de ellas, la mas importante es exportar nuestra mezcla en un archivo sin compresión, mp3, mp4 no son archivos con los que podamos pulir nuestro podcast, cosa que debemos hacer para que nuestro podcast tenga la calidad necesaria para que pueda ser disfrutado sin ninguna distracción por causas técnicas.

En la música es muy normal, obligatorio diría yo, el proceso de masterización, esto es, reducido al absurdo, un pulido general de la mezcla, para un podcast sería algo como el sistema que tienen las emisoras de radio, más o menos.

En esta etapa de la producción del podcast, debemos adaptar la ecualización, comprimir la mezcla para que le de claridad a nuestras voces por encima de la música y normalizar para que haya consistencia con otras emisiones, esto es muy importante si publicamos en spotify o similares.

Ademas tenemos que tener en cuenta el LUFS Loudness Unit Full Scale, explicar que es el Lufs seria explicar the loudness war vivida en la música moderna, y es algo bastante mas complicado, para resumirlo podríamos decir que hemos vivido un tiempo en la que todos querían sonar mas alto que los demás, tanto que los servicios de streaming tuvieron que limitar ese volumen.

La manera en la que limitan nuestro volumen es con un algoritmo que detecta quien suena mas alto, o mas bajo, y los comprime o los expande según necesidad, esto no tendría mucha mas importancia a priori, pero en la practica, tanto la comprensión como la expansión, afectan a la calidad de nuestro audio, afeando el producto final.

El trabajo de post producción es una etapa muy importante de cada producción de audio, todo sonido merece un mínimo de edición para que nuestro contenido suene tal y como lo tenemos en la cabeza.

Esta etapa es el pulido final, le damos coherencia y cuerpo a nuestro sonido, ademas podemos mejorar de alguna manera nuestro podcast por medio de plugins de audio, no hablo de efectos, que también los hay, hablo de utilidades como la misma ecualizacion, podemos eliminar frecuencias problemáticas y dar un poco mas de forma a nuestro producto final, pero es que ademas cada tipo de ecualizacion le da un color diferente a nuestro sonido, la post produccion de audio es un mundo apasionante!
El sutil arte de la compresión puede hacer mucho por nuestro podcast, especialmente si lo grabamos con pistas separadas, si es así, la fase de mezcla unida al uso de los plugins nos da unas posibilidades muy grandes de mejora, esto es lo mejor de un podcast, se pueden usar técnicas de post producción y no solamente producción de radio en directo pura y dura.

Ademas ajustaremos el lufs, hay varios medidores en forma de plugin, donde podemos monitorizar nuestro volumen y ajustarlo a un nivel que todos los servicios de streaming acepten y modifiquen lo menos posible.

En resumen, la manera en la que grabamos y la calidad final de nuestro podcast es un tema muy serio, esa sera la personalidad de nuestro producto, he recorrido un largo camino de ensayo y error, y estos son los consejos que me habría gustado que alguien me diera en mis inicios, y no me entendáis mal, no soy perfecto, aun me queda un largo camino por recorrer, pero si he visto como, mi sonido, ha pasado de tener muchas carencias, a ser algo más agradable al oído, y si yo he podido hacerlo, vosotros también podéis.

No pretendo que esto sea la verdad absoluta, solo quiero hacer pensar a todo creador de contenido, en la importancia de un buen sonido, en el podcast es nuestra carta de presentación, y nuestra audiencia lo agradecerá.

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