Rock en Cadena nos trae todo sobre GARY MOORE

Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio del blog del podcast Rock en Cadena. Después de nuestro especial dedicado al Metal y el cine de terror, regresamos a la “normalidad” con un episodio centrado en uno de los guitarristas más influyentes de las décadas de los 80 y 90. Más allá de su virtuosismo a las seis cuerdas, fue también vocalista y un compositor excepcional, capaz de firmar auténticos himnos que cruzan géneros: del hard rock y el heavy metal al blues más crudo y desgarrador. Aunque nos dejó hace casi una década, su legado sigue vivo entre sus fans, los amantes de la guitarra y el público en general. En este episodio rendimos homenaje a un músico irrepetible: Gary Moore.

Su infancia.

Robert William Gary Moore nació el 4 de abril de 1952 en Belfast, Irlanda del Norte. Hijo de Winnie, ama de casa, y de Robert Moore, gerente del Queen’s Hall —un animado salón de baile situado en Holywood, al otro lado del lago Belfast—, creció en un entorno donde la música no era solo un adorno de fondo, sino parte de la vida diaria. Junto a sus cuatro hermanos, el joven Robert se crio en los alrededores de Stormont Estate, en Ballymiscaw. Fue precisamente en un evento organizado por su padre en el Queen’s Hall donde se produjo su primer contacto directo con el escenario: su padre lo animó a subir a cantar con la banda. El tema era “Sugartime”, una pieza popular escrita por Charlie Phillips y Odis Echols en 1957, que había alcanzado la fama un año después gracias a la versión de The McGuire Sisters, número uno en las listas estadounidenses. Aquel momento sembró una semilla. Moore siempre recordaría aquella noche como el instante en que despertó su amor por la música. Aquel pequeño gesto de su padre —darle la oportunidad de actuar— fue, según el propio Gary, el inicio de todo. Poco después, con solo 10 años, su padre le regaló su primera guitarra: una acústica Framus de segunda mano.

«El pequeño Robert en 1960»

En la turbulenta Belfast de los años 60 —marcada por tensiones sociales que pronto estallarían en conflicto—, Gary Moore encontraba refugio en algo más poderoso que cualquier consigna política: la música. Su primera guitarra eléctrica, una Futurama blanca (marca checoslovaca popular entre músicos británicos antes de que Fender y Gibson estuvieran al alcance), se convirtió en su obsesión adolescente. Autodidacta empedernido, Moore se pasaba horas perfeccionando su técnica, obsesionado con los discos de The Shadows, Elvis Presley, y especialmente The Beatles, como tantos chavales de su generación. Pero cuando descubrió a John Mayall & the Bluesbreakers con Eric Clapton, y más tarde a Peter Green con Fleetwood Mac, su mundo cambió. El blues se convirtió en su lenguaje emocional.

«Moore -en el medio- con The Barons en 1965/66»

A los 14 años ya tocaba en pequeños grupos locales de Belfast, con su primera banda: The Beat Boys y más tarde con Platform Three, donde comenzó a destacar por una madurez musical inusual para su edad. Pero su gran oportunidad llegó con la banda The Method, que más tarde se transformaría en Skid Row, cuando se trasladó a Dublín con apenas 16 años, dejando atrás su ciudad natal y también a su familia. Era un salto al vacío, pero el joven Gary tenía claro que su camino estaba en las seis cuerdas. Moore, zurdo natural, tocaba como diestro. Esta característica, lejos de ser un obstáculo, le dio un estilo singular y una expresividad notable en la digitación. Su dominio del bending, el vibrato y su inconfundible sustain empezaban a perfilarse, aún sin pulir, pero ya con alma.

Comienza su carrera profesional.

A finales de los años 60, mientras la psicodelia y el blues-rock se fundían en los clubes más calientes de Londres y Dublín, un jovencísimo Gary Moore, con apenas 16 años, se unió a Skid Row, una banda de blues rock dublinés que pronto pasaría a convertirse en un fenómeno local. Formada por Brendan “Brush” Shiels (bajo y voz) y Noel “Nollaig” Bridgeman (batería), Skid Row estaba buscando un guitarrista que aportara garra, técnica y presencia. Y lo encontraron en aquel chaval. A pesar de su corta edad, Moore no sólo igualaba en destreza a músicos mucho mayores, sino que los dejaba boquiabiertos con solos que parecían improvisaciones salidas del alma. Skid Row pasó de ser una banda local a telonear a gigantes como Fleetwood Mac, y fue en uno de esos conciertos donde se produjo el encuentro que marcaría a fuego su carrera: Phil Lynott. Por entonces, el bajista y cantante —y ex miembro de Skid Row— aún no era la leyenda que llegaría a ser con Thin Lizzy, pero ya destacaba por su carisma escénico y visión musical. Lynott y Moore conectaron de inmediato. La amistad que nació en aquellos años adolescentes sería profunda, compleja, con altibajos, pero duradera. De hecho compartieron un apartamento en Ballsbridge, un barrio del sur de Dublín.

En 1970, Skid Row firmó con CBS Records y publicó su primer LP, «Skid», donde Moore dejó claro que no era un guitarrista al uso: su estilo combinaba la crudeza del blues con la agresividad del hard rock incipiente, y una expresividad que recordaba a los grandes del soul. Un año después lanzaron «34 Hours», titulado así por el breve tiempo que pasaron en el estudio. En él, Moore ya se soltaba con pasajes instrumentales cargados de furia controlada, riffs hipnóticos y solos que anticiparon lo que vendría. Tras el álbum y las giras como teloneros de The Allman Brothers Band y Mountain , entre otros, Moore decidió dejar la banda frustrado por las «limitaciones» de Skid Row, emprendiendo así su carrera en solitario.

«Skid Row fue divertido, pero no tengo buenos recuerdos de aquello, porque en ese momento estaba muy confundido sobre lo que estaba haciendo».

Gary Moore sobre su paso por Skid Row.

Un par de décadas después, concretamente en 1986, en Nueva Jersey, surgía una nueva banda de hard rock con un sonido más agresivo y una estética más afilada: también se llamaban Skid Row. Liderados por Rachel Bolan y Dave “The Snake” Sabo, y con Sebastian Bach como vocalista principal, este nuevo Skid Row pronto firmaría contrato con Atlantic Records, y en 1989 publicarían su exitosísimo debut homónimo. ¿El problema? El nombre ya tenía dueño.

Cuando Brendan Shiels, líder y fundador del Skid Row original irlandés, se enteró de la existencia de esta nueva banda con el mismo nombre, intentó reclamar la propiedad del título. Según ha contado en entrevistas, el nombre “Skid Row” estaba registrado por él desde los años 70. Pero al parecer, la banda americana ya había llegado a un acuerdo «bajo cuerda». Aquí entra en juego un nombre inesperado: Jon Bon Jovi. Sabo, guitarrista de Skid Row (EE.UU.), era amigo personal de Bon Jovi, y fue él quien los ayudó a despegar. Se dice que Bon Jovi compró los derechos del nombre “Skid Row” a Brendan Shiels por una suma simbólica (algunas fuentes hablan de 35.000 dólares, aunque nunca se confirmó oficialmente). Shiels ha sostenido que fue una cifra ridícula comparada con el éxito que la banda alcanzaría después, y ha mostrado públicamente su descontento por cómo se manejó todo. Sin embargo, Sebastian Bach ha dado una versión diferente de la historia en entrevistas y redes sociales. En una publicación en particular (que generó bastante revuelo entre fans), Bach afirmó que fue el propio Gary Moore quien vendió los derechos del nombre “Skid Row” a la banda americana. En 2012, Brendan “Brush” Shiels, fundador de Skid Row (Irlanda), declaró públicamente que la historia difundida por Bach era falsa: negó categóricamente que Moore recibiera dinero y ratificó que él aún poseía la titularidad legal del nombre.

“Nunca hubo intercambio de dinero. Snake y yo registramos el nombre, y no hubo ningún problema”.

Rachel Bolan, bajista de Skid Row (USA).

Lo que parece claro es que Gary Moore nunca habló públicamente del asunto y que Brendan Shiels insiste en que el nombre lo registró él y que fue él quien hizo el trato con Bon Jovi (sin que Moore estuviera implicado). Todo parece indicar que Bach pudo haberse confundido o malinterpretado quién era el titular real del nombre Skid Row. Como Moore fue la figura más reconocida internacionalmente del Skid Row irlandés, es probable que muchos (incluido Bach) asumieran erróneamente que él era el dueño legal del nombre, cuando en realidad el líder y fundador de la banda —y el titular registrado del nombre— era Brush Shiels. En resumen, la banda original de Skid Row —la irlandesa, la de Gary Moore— perdió el nombre frente al fenómeno comercial que fue la versión americana, a pesar de haberlo registrado antes. Un caso más donde los derechos legales, las conexiones en la industria y los tiempos del mercado pesaron más que el linaje artístico.

Tras su salida de Skid Row en 1972, Gary Moore tenía apenas 20 años, pero ya contaba con una experiencia profesional envidiable: había grabado discos, girado por Europa y compartido escenario con algunos de los grandes. Pero Moore no era un guitarrista cómodo en la repetición. Quería crecer, y eso lo llevó por caminos menos transitados, lejos de las listas de éxitos y los focos… al menos por un tiempo. Tras su salida de Skid Row, Gary Moore no tardó en formar su propio proyecto: The Gary Moore Band, con la que grabará un único álbum, «Grinding Stone», un trabajo ecléctico, lleno de cambios de tempo, pasajes instrumentales largos y coqueteos con el jazz rock y el funk. Publicado por CBS Records en mayo de 1973. El disco fue producido por Martin Birch, conocido por su trabajo con Deep Purple, Fleetwood Mac y más tarde con Iron Maiden, en la que ya apuntaba hacia una identidad propia, más experimental y técnica.

El disco se grabó en los CBS Studios de Londres, y contó con una formación compacta pero poderosa: Gary Moore (guitarra principal, voz y piano), John Curtis (bajo) y Pearse Kelly (batería y percusión). Moore se encargó de casi todos los arreglos y composiciones, mostrando no solo su virtuosismo como guitarrista, sino también su voluntad de experimentar con estilos y texturas.

«Grinding Stone» fue una obra adelantada a su tiempo, que no encontró gran resonancia comercial, pero dejó claro que Moore no era simplemente “el guitarrista rápido” del blues rock irlandés: estaba dispuesto a arriesgar. En ese disco ya se escuchan influencias de Mahavishnu Orchestra, Frank Zappa, e incluso ecos del rock progresivo europeo. Aunque contenía algo de blues, su enfoque era mucho más instrumental y experimental, lo que desconcertó a quienes esperaban una continuación del sonido de Skid Row. También en esos años, Moore empezó a conectar con otros músicos de la escena británica de vanguardia. Colaboró con artistas del circuito del jazz rock, y comenzó a ganarse fama entre guitarristas como un músico técnicamente brillante y versátil, aunque aún sin una gran plataforma para lucirse.

The Gary Moore Band salió de gira tras el lanzamiento del disco, pero con una repercusión modesta. Tocaron principalmente en el circuito británico y algunos festivales menores, con una recepción tibia por parte del público general. Poco después de la gira, The Gary Moore Band se disolvió discretamente. Moore entendió que su camino solista aún no estaba listo para despegar del todo.

De Thin Lizzy a Thin Lizzy pasando por Colosseum II.

Después del fallido experimento de «Grinding Stone», Gary Moore andaba recalculando su rumbo cuando llegó la llamada que cambiaría su trayectoria. Eric Bell, guitarrista original de Thin Lizzy, había abandonado la banda a finales de 1973 tras un colapso en pleno escenario. Phil Lynott y Brian Downey, los dos pilares fundadores, necesitaban un reemplazo urgente para cumplir con las fechas de una gira programada por Europa. Fue entonces cuando Phil Lynott pensó en su viejo amigo Gary Moore. Moore se unió a Thin Lizzy en enero de 1974, inicialmente como sustituto temporal. No grabó ningún álbum completo en esta etapa, pero sí apareció en varias actuaciones en directo, incluyendo la gira europea con Nazareth, donde ya dejó su huella con solos más afilados, velocidad y un tono más agresivo que el de su predecesor. Su forma de tocar era más virtuosa, más contundente, y elevó el sonido de la banda hacia un nuevo nivel, aunque aún sin consolidarse como miembro permanente.

«Moore con Thin Lizzy en 1974»

Uno de los pocos registros de esa época es su participación en el single “Little Darling”, lanzado en abril de 1974. Aunque la canción no tuvo gran repercusión comercial, el solo de guitarra de Moore se destacó por su potencia y limpieza, mostrando una clara diferencia con el estilo más bluesy de Eric Bell. A pesar del buen rendimiento, Moore no se quedó en la banda tras la gira. En parte, porque Thin Lizzy aún no había definido su camino musical, y en parte porque Moore no estaba cómodo con la estructura de una banda en la que no tenía voz compositiva. También pesaba su deseo de seguir explorando nuevas direcciones, y —como él mismo diría años después— no era el tipo de músico que se quedaba mucho tiempo en un sitio si no sentía libertad artística. Además de todo eso, Moore no soportaba el estilo de vida con el que Thin Lizzy se estaba contaminando, lleno de alcohol y drogas.

«Después de unos meses, me estaba matando, bebiendo y drogado».

Gary Moore, tras su paso por Thin Lizzy.

Cuando Gary Moore dejó Thin Lizzy en abril de 1974, no fue solo una huida del caos, Gary necesitaba algo más. No quería ser solo otro guitarrista rápido en una banda ruidosa. Quería crecer. Y para eso, había que salirse del camino trillado. Esa búsqueda lo llevó a cruzarse con Jon Hiseman, un veterano de la escena progresiva británica, conocido por haber fundado Colosseum en la era dorada del jazz-rock. Hiseman estaba armando una nueva versión del proyecto, más eléctrica, más ambiciosa, más técnica. Y necesitaba un guitarrista que pudiera seguirle el ritmo… o mejor dicho, marcarlo. Gary aceptó. Así nació Colosseum II, una de las etapas más infravaloradas y, a la vez, más formativas de la carrera de Moore. Junto a él estaban Don Airey en los teclados —sí, el mismo que años más tarde tocaría con Rainbow, Ozzy Osbourne, Deep Purple y el propio Moore—, Neil Murray al bajo —futuro miembro de Whitesnake—, y en el primer álbum, Mike Starrs como vocalista. Un auténtico semillero de talento que no llegó a las masas, pero dejó una huella indeleble en los músicos que sabían escuchar.

En 1976, lanzaron su primer disco, «Strange New Flesh» y la banda giró por Europa. En los discos siguientes, «Electric Savage» y «Wardance», ambos de 1977, ambos sin vocalista, Moore y Airey tomaron las riendas por completo. A nivel comercial Colosseum II pasó desapercibido. No era una banda para todos los públicos, ni para todas las radios. Moore salió de Colosseum II como un músico más completo, más maduro, listo para enfrentarse a lo que viniera. Y lo que vendría, claro, sería otra vuelta al círculo: un nuevo reencuentro con Phil Lynott y una etapa dorada en Thin Lizzy que marcaría para siempre su nombre en la historia del rock.

En 1977, tres años después de haberse marchado de Thin Lizzy, Gary Moore volvía a cruzarse con Phil Lynott. Y esta vez, el encuentro sería mucho más que un parche temporal: sería el comienzo de una colaboración intensa, creativa, a veces turbulenta, pero absolutamente inolvidable. El primer reencuentro oficial se produjo en plena gira europea. La banda se había quedado sin guitarrista tras la repentina salida de Brian Robertson, y Lynott pensó en Moore como el sustituto ideal. No era solo por su virtuosismo (que ya entonces estaba a años luz de muchos de sus contemporáneos), sino también por la química que siempre habían compartido sobre el escenario… y fuera de él. Moore aceptó subirse al tren en marcha. En plena gira. Sin ensayo. Sin red. Pero eso no le asustaba: estaba acostumbrado a pensar rápido, a tocar mejor. Y así, volvió a la formación para cumplir con fechas en Escandinavia y otros puntos de Europa.

«Moore en su segunda etapa con Lynnot y sus chicos»

Durante esos meses, Thin Lizzy grabó con Gary tres canciones que quedarían como testimonio de su poder en esa etapa: “Don’t Believe a Word”, regrabada en una versión más cercana al blues que la original del álbum «Johnny the Fox», “Fanatical Fascists”, una rareza que no vio la luz oficialmente hasta mucho después. Y sobre todo, “Parisienne Walkways”, una joya que sería lanzada como parte del debut solista de Lynott. La colaboración funcionó tan bien que, en 1979, Gary volvió a ser llamado para grabar lo que sería uno de los álbumes más ambiciosos y melódicamente ricos de Thin Lizzy: «Black Rose: A Rock Legend». A diferencia de sus anteriores idas y venidas, esta vez formaba parte activa del proceso creativo. No solo puso su firma en los solos, también participó en la composición de varios de los temas del álbum. Pero desgraciadamente la armonía no duró. Las tensiones dentro del grupo, alimentadas por el consumo cada vez más destructivo de drogas y alcohol, empezaron a minar el ambiente. Moore, más disciplinado que sus compañeros, se cansó de la falta de profesionalidad. En plena gira estadounidense, en julio de 1979, Gary Moore abandonó abruptamente la banda tras una discusión especialmente tensa: justo despues de un concierto ante 63.000 personas en el festival Day on the Green (Oakland), Moore se bajó del autobús y no regresó. Phil Lynott, dolido, lo acusó de traición. Moore, por su parte, dijo más tarde que no podía más: que no estaba dispuesto a seguir viviendo en esa nube tóxica de excesos que parecía envolverlo todo.

«No me arrepiento de haberme marchado, pero quizá no fue correcto hacerlo de esa manera. Supongo que podría haberlo hecho de otra forma. Pero tenía que irme».

“Estaba destruyéndome con el estilo de vida de la gira…”

Gary Moore.

“Fue la peor forma de marcharse. Fuera de lugar, pero fui capaz de perdonarlo.”

Scott Gorham, guitarrista de Thin Lizzy.

«Gary siempre acaparaba el escenario… Phil era el líder, excepto cuando se unió Gary. Ahora era como si tuviéramos dos líderes, lo cual no fue muy inteligente».

Brian Downey, batería de Thin Lizzy.

«Gary Moore ha dejado la banda. ¿Podrías venir mañana?».

Phill Lynott a Midge Ure, sustituto de Moore.

«Simplemente desapareció, pero en realidad se fue a mi casa. Ya no soportaba tocar en una banda y tenía esa tendencia a saltar del barco. Recuerdo que Phil Lynott llamó a mi casa y me dijo: «Si lo tienes ahí, te voy a cortar la garganta».

Glenn Hughes.

Carrera en solitario.

Después de años de idas y venidas con algunas de las bandas más potentes del rock británico —Skid Row, Colosseum II, Thin Lizzy—, Gary Moore dio en 1978 el paso que muchos esperaban: lanzar un disco en solitario bajo su nombre y con su voz, su visión y, sobre todo, su guitarra al frente. Aquel álbum (lanzado el 8 de septiembre de ese mismo año) se llamó «Back on the Streets», y aunque el título parecía anunciar una ruptura total con su pasado, en realidad fue un trabajo profundamente marcado por las relaciones personales y musicales que Moore aún mantenía muy vivas.

Grabado en los Genetic Sound Studios y Morgan Studios durante ese año, el álbum fue una especie de puente: entre el virtuosismo jazz-rock que venía de cultivar con Colosseum II y el rock duro con el que más se le identificaba gracias a Thin Lizzy. Y no es casualidad. Porque Phil Lynott (voz y bajo) y Brian Downey (batería), dos pilares de Lizzy, participaron activamente en cuatro de los temas del disco: «Fanatical Fascists» (escrita por Lynott), «Song for Donna» (dedicada a la novia de Moore de entonces, Donna Campbell), «Don’t Believe a Word» (originalmente incluida en el álbum de Thin Lizzy de 1976, Johnny the Fox) y el sencillo «Parisienne Walkways», co-escrita y cantada por Lynott y que alcanzó el número 8 en la lista de sencillos del Reino Unido en mayo de 1979, y llegó al número 5 en su Irlanda natal. También, algunas canciones nacieron directamente de sesiones o ideas no utilizadas en su antigua banda como “Back on the Streets”, una canción que había sido ensayada por Thin Lizzy durante las sesiones del disco «Bad Reputation», pero que nunca llegó a grabarse oficialmente con ellos.

El álbum fue producido por Chris Tsangarides y el propio Gary Moore, y contó además de con Lynott Y Downey, con Don Airey a los teclados, órgano y piano, el batería Simon Phillips y el bajista John Mole. La portada es una foto de Moore saliendo de la prisión de Wormwood Scrubs en Londres. A pesar del éxito del single «Parisienne Walkways», el álbum no fue promocionado como merecía. Moore estaba en una etapa de transición, todavía muy vinculado al entorno de Thin Lizzy, y apenas realizó presentaciones en directo con este repertorio. No fue hasta años más tarde que el disco recibiría el reconocimiento que realmente merecía como el auténtico punto de partida de su carrera en solitario.

También en 1978 Gary Moore fue reclutado por uno de los compositores más célebres del teatro británico: Andrew Lloyd Webber. El proyecto era tan ambicioso como atípico: una suite instrumental de rock sinfónico basada en la pieza «Caprice No. 24» de Paganini, reimaginada como un álbum conceptual de rock progresivo. La idea nació como un encargo personal. Lloyd Webber deseaba crear una obra para lucimiento de su hermano, Julian Lloyd Webber, un prodigioso violonchelista clásico. El álbum, titulado «Variations» contaba entre otros con Rod Argent (Argent) y Don Airey (Rainbow, Deep Purple) a los teclados, John Mole al bajo y Jon Hiseman (Colosseum II) a la batería y a la dirección musical, con quien Moore ya había trabajado, lo que facilitó la dinámica musical entre ambos.

Cuando Gary Moore abandona definitivamente Thin Lizzy en julio de 1979, pone fin al caos de la banda y busca reinventarse: se traslada a Los Ángeles y firma con Jet Records, el sello dirigido por el infame Don Arden, padre de Sharon (futura esposa de Ozzy Osbourne). A pesar de la promesa de grabar un disco en solitario, Sharon (manager de Moore) y su padre Don, deciden aparcarlo en favor de promover el sonido más comercial y moderno de un proyecto al cual Moore se había visto involucrado: G‑Force, al que padre e hija consideraban más rentable para la radio y los mercados.

El proyecto, formado a finales de 1979, contaba con Glenn Hughes (voz y bajo, ex‑Deep Purple, ex‑Black Sabbath), Mark Nauseef (batería que sustituyó a Brian Downey en la gira de Lizzy a finales de 1978) y él mismo liderando. Claramente se trataba de un proyecto en solitario de Gary Moore: la banda se llamaba originalmente Moore, pero por alguna razón Jet Records pensó que sería confuso, así que el nombre cambió a G-Force después de que Gary le contara a Mark que en la escuela algunos amigos lo llamaban «G». Reunieron material, ensayaron incluso en la casa de Frank Zappa, y grabaron demos. Pero debido a los problemas de alcohol y drogas de Hughes, Moore tomó la decisión de sustituirlo —un gesto de autoexigencia personal que demuestra qué tipo de entorno aceptaba—. Hughes fue reemplazado por el vocalista Willie Dee y el bajista Tony Newton.

«Gary y yo formamos un pequeño grupo llamado G-Force. En cuanto empezó, me retiré porque estaba demasiado borracho».

«Yo cantaba al 60%, él al 40%».

«No era capaz de lidiar con lo que yo consideraría una banda exitosa. Así que me despedí el día de mi cumpleaños. Celebramos una fiesta de cumpleaños. Sharon Osbourne era nuestra mánager. Me organizó una gran fiesta de cumpleaños y me emborraché tanto que dije: «Voy a dejar la banda». Y dijeron: «Vale, genial». Y ahí se acabó.

Glenn Hughes.

Su único álbum de estudio, «G-Force», fue grabado entre diciembre de 1979 y enero de 1980 en los estudios Cherokee y Record Plant (L.A.), Moore produjo junto con la banda el disco. El sonido es un cruce entre el hard rock melódico, los destellos progresivos y algunos guiños a la naciente corriente AOR, e incluso alguna influencia pop‑rock —lo cual alejó a los oyentes más puristas—. G-Force salió de gira como teloneros de Whitesnake en Reino Unido durante junio de 1980, sin embargo la banda no conectó con el gran público y fue desinflándose rápidamente. Para julio de ese año, la banda ya se había disuelto: su último concierto fue el 1 de julio en Londres. Aunque en realidad no fue así, sencillamente la banda se desvaneció, ya que todos cobraban un salario semanal, y simplemente paró. Pero nadie recibió una llamada. En realidad no hay una explicación concreta de lo sucedido, aunque hubo tensiones y presiones que habrían contribuido a la desaparición de G-Force. Es cierto que el entusiasmo de la compañía estaba menguando; Don Arden se enorgullecía de lo mucho que estaba dispuesto a gastar en una banda para que triunfara, Jet Records había invertido en G-Force en todos los aspectos, pero hasta el momento no había obtenido ningún beneficio (el álbum no tuvo éxito comercial), y Moore quería regresar a Inglaterra y seguir por su cuenta.

«Pasé por todo este fiasco con Sharon y G-Force… fue una verdadera pesadilla porque Sharon quería hacer cosas muy pop. Y yo, en realidad, no quería hacer nada pop».

«Gary y yo nos odiábamos»

Willie Dee, vocalista de G-Force.

Durante esta etapa, la sombra de Ozzy Osbourne también cruzó en el camino de Moore. Sharon Osbourne, (manager de Moore en esa etapa), intentó convencerlo de formar parte del nuevo proyecto de Ozzy como guitarrista principal tras su salida de Black Sabbath en 1979.

“Ozzy quería que estuviera en la banda. Estaba viviendo en L.A. y Sharon me decía que él quería que yo formara parte. Pero yo no quería repetir otro entorno con un cantante en medio de drogas y alcohol. Preferí ayudarles a encontrar otros músicos.”

Gary Moore.

A pesar de su negativa, Moore participó, junto a sus compañeros de G-Force, en audiciones con futuros bajista o baterías para la banda de Ozzy, ofreciendo su opinión sobre los aspirantes.

Un nuevo comienzo.

Tras el regreso de Gary Moore a Inglaterra (finales de 1980/principios de 1981) y la disolución de G-Force, comienza una etapa de reconstrucción musical y personal, en la que alterna trabajo de sesión con colaboraciones de alto nivel… mientras rehúye volver a ser simplemente «el guitarrista de una banda». En 1981 Gary Moore colaboró con Greg Lake, (ex King Crimson y Emerson, Lake & Palmer), quien ese año emprendía su carrera en solitario. Moore participó en dos álbumes Greg Lake (1981) y Manoeuvres (1983). Además en 1981–1982 Moore también acompañó a Lake en gira por Estados Unidos y Europa. Durante la gira se grabó la actuación del 5 de noviembre de 1981 en el Hammersmith Odeon (Londres) que en 1995 fue publicada bajo el título de «King Biscuit Flower Hour Presents Greg Lake in Concert».

Tras la trágica muerte de Randy Rhoads en 1982, Sharon Osbourne volvió a contactar a Moore para formar parte de la banda de Ozzy. Pese a la insistencia, Gary rechazó la oferta, no quería volver a estar bajo las reglas de otra estrella ni entrar en un entorno cargado de excesos. También hubo interés por parte de David Coverdale, para que incluir a Moore en Whitesnake. Sin embargo, Moore declinó la oferta. El enfoque más blues-rock de la banda no terminaba de encajar con su visión. La versión de David Coverdale de no reclutarlo fue que la banda estaba en proceso de separación con su manager. Además de todo esto Phil Lynott tanteó varias veces a Moore para su regreso a Thin Lizzy, pero las relaciones personales y las cicatrices del pasado hacían que Gary se mantuviera a una prudente distancia emocional, pese al cariño mutuo. Tras todos estos acontecimientos Gary Moore decidió que había llegado el momento de poner toda su energía en lo que realmente quería: un proyecto bajo su propio nombre, con total control creativo y un sonido que mostrara todas sus facetas, desde el hard rock más afilado hasta el blues que siempre había llevado en la sangre.

El resultado fue “Corridors of Power”, grabado a principios de 1982 y lanzado en octubre de ese año por Virgin Records, compañía con la que recientemente había fichado. Para este disco Moore reunió a un equipo de músicos de lujo: Ian Paice, ex-batería de Deep Purple, Neil Murray, bajista que había pasado por Whitesnake, y Tommy Eyre, teclista y ex compañero de Moore en la banda de Greg Lake. Además en el álbum colaboran Don Airey, teclista que había trabajado con Rainbow, el bajista Mo Foster, el batería Bobby Chouinard y John Sloman en los coros, ex vocalista de Uriah Heep. En el tema “End of the World”, Moore comparte voz con Jack Bruce (Cream). En la producción, Gary contó con Jeff Glixman, conocido por su trabajo con Kansas. El álbum combinaba temas de alta energía con medios tiempos más dramáticos y elaborados. Ademas, incluía una versión contundente de “Wishing Well” de Free, en la que Gary rendía homenaje a uno de sus grupos de referencia.

El álbum tuvo lanzamientos con diferencias entre mercados. En Reino Unido (Virgin) y EE.UU. (Mirage), cambiaban portada y el tema “Falling in Love with You” fue remezclado en la versión americana. Las primeras 25,000 copias en vinilo incluían un EP bonus con tres pistas en vivo grabadas en el club Marquee de Londres el 25 de agosto de 1982. «Corridors of Power» fue el primer disco solista de Moore en escalar en las listas. Alcanzó el número 30 en el UK Albums Chart, un salto respecto a su debut solista. En EE.UU., logró entrar en el Billboard 200, en el puesto 149. El single «Don’t Take Me for a Loser» fue su primer éxito en el mercado estadounidense, alcanzando el puesto 31 en el chart Mainstream Rock Tracks de Billboard en 1983. Moore llevó el álbum a escenarios de Europa, Japón y EE.UU., junto a Paice, Murray y, esta vez, Don Airey en los teclados como miembro de la banda, ya que Tommy Eyre no participó en la gira. En un principio contaron con Charlie Huhn como vocalista en gira, aunque poco después fue reemplazado en agosto de 1982 por John Sloman (ex-Uriah Heep), quien compartió tareas vocales con Moore.

El 21 de mayo de 1983 se publica el directo «Rockin’ Every Night – Live in Japan», un álbum que captura a Gary Moore en plena gira de «Corridors of Power», en el momento en que estaba consolidando su carrera en solitario con un sonido más orientado al hard rock melódico, lejos de sus trabajos más experimentales de finales de los 70. Japón era un mercado clave para Moore: allí «Corridors of Power» había tenido muy buena acogida, y Virgin/Ten vio la oportunidad de lanzar un disco exclusivo para ese país como agradecimiento y para capitalizar su popularidad. El audio del álbum se capturó en dos noches en el Shinjuku Kōsei Nenkin Hall de Tokio, el 24 y 25 de enero de 1983. Neil Murray, Ian Paice, Don Airey y John Sloman (ayudando en los coros e interpretando algunos temas) fueron los músicos que acompañaron a Moore en esos conciertos. El álbum no se publicó fuera de Japón en su lanzamiento original, lo que lo convirtió en objeto de coleccionista en Europa y EE. UU. En el mercado japonés alcanzó buenas ventas, aunque no entró en las listas internacionales por su distribución limitada. En 1986 Virgin lo reeditó en Europa con la misma portada, llegando a alcanzar el puesto 99 en los UK Albums Chart del Reino Unido. El álbum contaba con un tema inédito, «Sunset»: Moore lo tocaba como homenaje a Randy Rhoads (fallecido en 1982), y lo introducía con unas palabras sentidas antes de empezar. En estas grabaciones, esa introducción se recortó, dejando solo la música. En realidada el tema, (compuesto poco después del fallecimiento de Randy Rhoads) ya fue incluida en el álbum «Tilt» de 1981 del batería Cozy Powell.

Tras la publicación de «Rockin’ Every Night – Live in Japan», Jet Records, que aún poseía los derechos del álbum «Dirty Fingers» que Gary Moore grabó para ellos en 1980, vio la oportunidad de aprovechar el tirón de popularidad de Moore para sacar material “nuevo” sin tener que invertir en grabaciones. El álbum se grabó en pocos días, con un sonido crudo y directo, muy alejado de la producción que el álbum merecía. La alineación que grabó «Dirty Fingers» era de auténtico lujo, muy vinculada a la escena hard rock británica y estadounidense de principios de los 80 con el ex-Ted Nugent Charlie Huhn a la voz principal, Don Airey a los teclados, el ex-Rainbow, Jimmy Bain al bajo y el futuro batería de Ozzy Osbourne y Whitesnake, Tommy Aldridge. El álbum, producido por Chris Tsangarides, es probablemente uno de los discos más duros y menos comerciales de Gary Moore, con un sonido que bebe directamente del heavy metal de la época, riffs afilados y solos veloces.

«¿El primer álbum de Gary Moore?»

«Dirty Fingers», lanzado exclusivamente en Japón, llegó a Europa y Reino Unido un año después, con portada y listado de temas idéntica. Aunque no entró en grandes listas internacionales, en Japón tuvo una buena acogida. Antes de lanzar el álbum, Jet Records probó con un single de adelanto: «Nuclear Attack» (bajo el nombre de Gary Moore & Friends para darle un aire de reunión especial) y dos cortes adicionales de las mismas sesiones. «Run to Your Mama» y una versión de «Don’t Let Me Be Misunderstood», popularizada por Nina Simone en 1964, pero asociada principalmente a The Animals en 1965. Estos dos cortes, junto con «Nuclear Attack», habían sido grabados en las sesiones de «Dirty Fingers» en 1980. Además, «Nuclear Attack» ya había aparecido en el álbum en solitario de Greg Lake en 1981, con la participación de Moore. El sencillo tuvo una recepción modesta en Europa, pero funcionó mejor en Japón, lo que llevó a Jet Records a publicar «Dirty Fingers» allí. En definitiva, el sencillo fue una especie de “adelanto” de un disco que en realidad llevaba tres años en un cajón.

Pero el «negocio» de Jet Records no quedó ahí, el 21 de septiembre de 1983 el sello publica el segundo álbum en vivo de Gary Moore bajo el título de «Live at the Marquee» —en ciertos mercados llamado simplemente «Live»—. Grabado los días 5 y 6 de noviembre de 1980 en el legendario Marquee Club de Londres, el concierto capturó a Moore en plena transición tras la disolución de G-Force y antes de afianzar su carrera en solitario con «Corridors of Power». En aquel momento no se publicó oficialmente; el material quedó en manos de Jet Records, que, como ya vimos con «Dirty Fingers», guardaba bajo llave grabaciones antiguas para explotarlas cuando Gary tuviera más notoriedad. En el micrófono estaba Kenny Driscoll, exvocalista de la banda galesa Lone Star, además de Don Airey a los teclados, Andy Pyle (ex-Kinks) al bajo y Tommy Aldridge en la batería. El álbum fue producido por Chris Tsangarides, y cuenta principalmente con material del álbum en solitario de Moore de 1979, «Back on the Streets», y su desafortunado proyecto G-Force, con dos canciones de «Dirty Fingers», «Nuclear Attack» y «Run to your Mama» y un tema inédito titulado, «Dallas Warhead», acompañado por un solo de batería de Aldridge.

En enero de 1984, Gary Moore lanzó «Victims of the Future», su cuarto álbum de estudio en solitario y el segundo con un sonido plenamente orientado al heavy metal melódico que estaba dominando las listas en aquellos años. El disco fue grabado a lo largo de 1983 en Townhouse Studios (Londres) y Musicland Studios (Múnich), con producción a cargo de Jeff Glixman con Moore muy encima de los arreglos y el tono general del álbum. En cuanto a los músicos que acompañaron al guitarrista irlandés se encuentran: los baterías Bobby Chouinard e Ian Paice, los bajistas Bob Daisley y Mo Foster y el teclista y guitarrista Neil Carter. Musicalmente, Victims of the Future combinó la contundencia de riffs metálicos con melodías de estribillos amplios y baladas intensas, como la versión de “Shapes of Things” de los Yardbirds (donde Noddy Holder, vocalista de Slade colabora en los coros) y el medio tiempo “Empty Rooms”, que se convertiría en uno de sus temas más emblemáticos. Además el tema «Murder in the Skies» fue escrita por Moore como homenaje y protesta por el derribo por parte del gobierno soviético del vuelo 007 de Korean Air en 1983. «Victims of the future» alcanzó el puesto número 23 en las listas del Reino Unido, el mayor éxito de Moore hasta esa fecha, reforzando así la imagen de Moore como uno de los guitarristas más versátiles de la escena rock de los 80.

Allí la versión estadounidense de «Victims of the Future», lanzada por Mirage Records en 1984, no sólo tuvo una portada distinta —mostraba un arte más trabajado gráficamente, con un enfoque más “cinematográfico y colorido, mostrando un entorno futurista y con mayor uso de efectos visuales.—, sino también un listado de temas alterado para hacerlo más directo y “FM-friendly”. Se eliminó el solo de guitarra de la introducción de «Murder in the Skies» y se añadió «Devil in Her Heart», cara B del sencillo «Hold On to Love». «All I Want», descartada del L.P, se incluyó como pista extra en la versión en casete. Tras el lanzamiento del álbum, Gary Moore armó la primera formación de la gira con: Neil Carter, Craig Gruber y Bobby Chouinard. Sin embargo, el tándem rítmico no duró toda la campaña. Al poco tiempo Bob Daisley (que venía de tocar con Ozzy Osbourne y Rainbow) reemplazó a Gruber en el bajo y Paul Thompson (ex Roxy Music) sustituyó a Bobby Chouinard en la batería. Este relevo ocurrió antes de que Moore llegara a las fechas más importantes en Europa y Japón.

El 1 octubre de 1984 se publicó «We Want Moore!», un álbum en directo que a diferencia de muchos directos grabados en una sola noche, fue confeccionado con las mejores tomas de varios conciertos alrededor del mundo, convirtiendo a «We Want Moore!» en un álbum “de carretera”. Aunque en la contraportada original no se especifican todas las localizaciones, con el tiempo se ha sabido que el álbum se grabó en varios escenarios: Harpos Concert Theatre (Detroit, EE. UU.), Nippon Budokan (Tokio, Japón), The Apollo (Glasgow, Escocia) y Hammersmith Odeon (Londres, Inglaterra). El orden de los temas no coinciden con el set list de la gira, lo que hace que el álbum no siga la dinámica de un concierto estándar. El título «We Want Moore!» surgió porque en muchos conciertos el público coreaba “We want Moore!” durante los bises, un juego de palabras que funcionaba perfectamente como marca. Los músicos que acompañaron a Moore en la gira fueron Neil Carter a la guitarra rítmica y teclados, Craig Gruber al bajo y el batería Ian Paice. El batería Bobby Chouinard aparece en los temas grabados en Detroit. «We Want Moore!» alcanzó el puesto 29 en las listas británicas y tuvo una gran acogida en Japón, donde la base de fans de Moore era particularmente fiel. En Estados Unidos, aunque no entró en el Top 100 de Billboard, reforzó su imagen como guitarrista de directo. En cuanto a las ediciones del álbum, en Japón, el lanzamiento contó con un orden de canciones distinto mientras que en algunos países, se lanzó también en cassette con ligeros cambios de secuencia para igualar la duración de cada cara.

Tras la publicación de «We Want Moore!» Virgin Video lanzó en VHS, «Emerald Aisles -Live in Ireland-» , capturado en plena gira de «Victims of the Future». El concierto fue filmado en el National Exhibition Centre (NEC) de Birmingham el 4 de febrero de 1984. Durante la filmación, se emplearon múltiples cámaras en grúa y tomas cenitales poco habituales en conciertos de rock de la época, lo que le dio un aire muy cinematográfico, además el vídeo mezcla el directo con segmentos documentales que muestran a Moore recorriendo Irlanda, saludando fans y tocando en lugares emblemáticos de su Belfast natal. Neil Carter a la guitarra rítmica, teclados y coros (gran mano derecha de Moore en los 80), Craig Gruber al bajo y Bobby Chouinard en la batería aparecen junto a Moore en el concierto. El VHS, que no incluye todas las canciones interpretadas aquella noche fue también lanzado en LaserDisc (principalmente en Japón). Durante el concierto hubo un momento muy especial: la aparición de Phil Lynott como invitado para cantar “Parisienne Walkways”, uno de los mayores éxitos de Moore coescrito por ambos. Su entrada provoca una gran ovación, especialmente porque era un reencuentro público con Moore tras sus colaboraciones anteriores y su paso conjunto por Thin Lizzy. Lynott también se une en “Military Man”, un tema que él mismo había escrito y que más tarde se incluiría en «Run for Cover» (1985). Años más tarde, en 2003, se lanzó “Live at the NEC”, que es esencialmente el mismo concierto del 4 de febrero de 1984, pero editado en formato audio, con mezclas diferentes y un orden de canciones alterado.

El 2 de septiembre de 1985 se lanzó «Run for Cover» con el propio Gary Moore en la producción de varios de los temas del álbum, además de los productores Andy Johns, Peter Collins, Beau Hill y Mike Stone. El álbum fue disco de Oro en Suecia de Plata en el Reino Unido, mientras que los EE.UU llegó al puesto 146 en el Billboard 200 un año después. El álbum incluye el sencillo «Out in the Fields» donde Phil Lynott, de Thin Lizzy comparte la voz principal con Moore. El tema trata sobre la agitación en su Irlanda natal., donde alcanzó el número 3 en listas y el 5 en el Reino Unido. Lynott canta en solitario en «Military Man», un antiguo tema de Grand Slam . «Out in the Fields» . Lynott también colaboró ​​en la regrabación del clásico de Thin Lizzy «Still in Love with You», en el que Moore tocó originalmente la guitarra. El tema se publicó inicialmente como cara B de «Out in the Fields», pero se incluye en versiones remasterizadas posteriores del álbum. «Empty Rooms», publicada originalmente en el álbum anterior de Moore «Victims of the Future», fue regrabada para «Run for Cover» convirtiéndose en uno de los mayores éxitos en solitario de Moore, alcanzando el puesto número 23 en las listas de singles del Reino Unido.

El álbum cuenta con la participación de Glenn Hughes, bajista y vocalista de Deep Purple, Paul Thompson de Roxy Music a la batería así como Andy Richards, Neil Carter y Don Airey a los teclados, Bob Daisley al bajo y los baterías Gary Ferguson y Charlie Morgan. Se suponía que para la gira de apoyo del álbum Glenn Hughes se uniría a la banda en el bajo y la voz, pero debido a sus problemas de abuso de sustancias, fue reemplazado por Bob Daisley. Gary Ferguson se ocupó de la batería.

Tras un viaje de regreso a su Belfast natal, Irlanda del Norte, en 1985, Gary Moore comenzó a componer lo que sería su sexto álbum de estudio, «Wild Frontier» lanzado el 2 de marzo de 1987. El álbum contiene varias canciones sobre Irlanda y está dedicado a la memoria de Phil Lynott, amigo íntimo de Moore y excompañero de la banda Thin Lizzy, fallecido el 4 de enero de 1986. La contraportada del álbum incluye la frase «For Philip» (Para Philip). De nuevo, Moore produjo el álbum con la ayuda de otros productores como Peter Collins , Pete Smith y James «Jimbo» Barton.

El primer sencillo del album, «Over the Hills and Far Away «, uno de los temas con más éxito en la carrera de Moore, alcanzó el puesto número 20 en el Reino Unido, además de aparecer en las listas de nueve países. El álbum cuenta con una versión de la canción «Friday on My Mind» de Easybeats y con «The Loner», compuesta por Max Middleton, y que fue grabada originalmente por Cozy Powell para su álbum «Over the Top» de 1979 (en el que Moore actuó, aunque no en la grabación de Powell de «The Loner»). Moore modificó sustancialmente la canción para su propia grabación, acreditándose como coautor del tema. Para este trabajo Moore contó con Neil Carter a los teclados, Bob Daisley al bajo y Roland Kerridge a la programación de batería. Y es que todas las baterías en «Wild Frontier» están secuenciadas con una caja de ritmos, algo que la crítica no vio con buenos ojos, tachando el álbum como «decepcionante». Aun así, el álbum fue un éxito, siendo certificado platino en Suecia, oro en Finlandia y Noruega, así como plata en el Reino Unido.

Para la gira posterior, el ex batería de Black Sabbath, y actual batería de Kiss, Eric Singer, se unió a la banda de apoyo de Moore junto a Neil Carter a los teclados, guitarra y voz y Bob Daisley al bajo. Quienes aparecen en el VHS de 1987 «Live at Isstadion Stockholm: Wild Frontier Tour», grabado el 25 de abril de ese mismo año en el Johanneshovs Isstadion de Estocolmo,Suecia, durante la gira de presentación del álbum.

El tema «Over the Hills and Far Away» ha sido versionado por la banda finlandesa de symphonic power metal Nightwish en su EP de 2001 del mismo título, por la banda sueca de viking metal Thyrfing en su álbum «Urkraft» y por Patty Gurdy en su EP «Shapes & Patterns» (2018). La banda española Saurom también grabó una versión de esta canción con letra alternativa, titulada «La Disolución de la Comunidad». Otras canciones del álbum también fueron versionadas por diferentes artistas como por ejemplo «Crying in the Shadows», que se lanzó como cara B del sencillo «Over the Hills and Far Away» en diciembre de 1986 y que aparece como pista extra en la versión en CD de Wild Frontier, y que fue grabada ese mismo año por la cantante japonesa Minako Honda, titulada «The Cross (Ai No Jujika)», con Moore a la guitarra y la producción, o «Johnny Boy» grabada por Christy Moore, cantante, compositor y guitarrista folk irlandés, que apareció en su álbum de 2021, «Flying Into Mystery», publicandola como sencillo en noviembre de ese mismo año.

El 25 de enero de 1989 aparece a través de Virgin Records «After the War» un álbum que al igual que su predecesor, «Wild Frontier», contiene guiños a la música celta. La canción instrumental «Dunluce» lleva el nombre del castillo de Dunluce en Irlanda del Norte. El álbum alcanzó el disco de oro en Alemania y Suecia, y el de plata en el Reino Unido. Uno de los temas de «After the War», «Led Clones», en la que Moore comparte voz principal con Ozzy Osbourne, es un burla de Kingdom Come, banda popular en aquel entonces, y que se basaba en un sonido e imagen al estilo de Led Zeppelin.

«Esa canción fue divertidísima. Fue un honor grabar con Gary».

Ozzy Osbourne sobre la cancion «Led Clones».

El batería Cozy Powell y los habituales Neil Carter a los teclados y Bob Daisley al bajo, acompañan a Moore en la grabación del disco. El álbum cuenta con las colaboraciones del vocalista de Sisters of Mercy, Andrew Eldritch, en los coros, Don Airey en los teclados, Laurence Cottle y Steve Piggott al bajo, así como los baterías Charlie Morgan, Simon Phillips y su ex compañero en Thin Lizzy, Brian Downey. Moore vuelve a rendir homenaje a la memoria de su viejo amigo Phil Lynott con la canción «Blood of Emeralds». Para la gira Cozy Powell fue reemplazado por Chris Slade quien más adelante tocó la batería para AC/DC. «After the War» mantuvo a sus fans entusiasmados en toda Europa, pero fue su álbum con peor clasificación en los 80 en el Reino Unido. Ese verano también marcó el décimo aniversario de su retirada de la gira de Thin Lizzy por Estados Unidos, en circunstancias tan ásperas que ninguno de ellos volvería a dirigirle la palabra durante años.

«¿Sabes? La otra noche estaba tocando algunos de mis álbumes, desde G-Force hasta algunas cosas mías después, ¡y fue la mayor mierda que he oído en mi vida! No quiero tocar así nunca más. Toca, toca, toca, sube y baja por el mástil lo más rápido posible. ¡Es una barbaridad!'»

Gary Moore en conversación con Eric Bell.

«Acababa de volver de la gira y todo había ido bien, ¿sabes? Buen público, lo de siempre. Pero hacia el final me miraba en el espejo del camerino, todo arreglado como un tipo de Def Leppard , y pensaba: ‘¿Quién te crees que eres? Pareces un capullo'».

Gary Moore.

Moore estaba harto de su propia música. Tenía suficiente dinero como para no tener que volver a trabajar. Lo que le faltaba era lo que él llamaba «autoestima musical».

Vuelta a sus raíces. Del Hard Rock al Blues.

En marzo de 1990, se publica «Still Got the Blues» un regreso a sus raíces blueseras que cuenta con temas propios y versiones de clásicos del blues como «Pretty Woman» (en la que participa el propio compositor Albert King), o «Walking by Myself» (original de Jimmy Rogers) entre otras. La idea para el disco surgió durante la gira de «After the War»: Moore a menudo tocaba blues en el camerino y una noche Bob Daisley sugirió en broma que hiciera un álbum completo de blues. «Still Got the Blues» se convirtió en el álbum más exitoso de la carrera de Moore, vendiendo más de tres millones de copias en todo el mundo. El álbum alcanzó el puesto número 83 en el Billboard 200 el 16 de febrero de 1991, más tarde, en noviembre de 1995, fue certificado oro. Este trabajo fue más exitoso de Moore tanto en términos de ventas como de posición en las listas en los EE.UU. La canción principal del álbum, que lo daba título, también se convirtió en el único sencillo de su carrera en solitario en aparecer en el Billboard Hot 100, llegando al número 97 en febrero de 1991.

Para el álbum contó con las colaboraciones de los «bluesman» Albert King y Albert Collins así como del ex Beattle George Harrison. Albert King no se dejó impresionar mucho al principio por la oferta de grabar con Moore, y reaccionó de la misma forma que Albert Collins: «Gary Who?» (¿Gary, que?). Albert King pidió mucho dinero y, para sorpresa suya, Moore sacó la cartera sin decir ni pío. La presencia de Albert king hizo mella en Moore que «aguanto» el mal genio del viejo bluesman: mientras grababan el tema «Pretty Woman», King se enojó la escucharlo

«En la primera línea me había equivocado con una palabra. En lugar de cantar ‘Sure as the rising sun’, dije ‘She is the rising sun’, y Albert brincó hasta el techo”.

Gary Moore sobre Albert King.

Además, King no estaba de acuerdo con los arreglos de metales, lo cual corrigió e insistió en que el batería atrasaba el beat. A pesar de todo, al término de la sesión, se hicieron amigos, y Moore estuvo seguro de haber invertido bien su dinero. En el disco, Moore le dedicaría una canción al viejo guitarrista: «King of the Blues».

«Hubiera valido la pena sólo para traerlo y conversar tres días con él».

Gary Moore sobre la decisión de contratar a Albert King.

El cambio en el estilo musical también se reflejó en un cambio en el vestuario de Moore. Lucía un elegante traje azul para videos y presentaciones en vivo. Moore, consciente del cambio de rumbo que había tomado para atraer nuevos oyentes, lo «vendió» a sus viejos fans como «algo nuevo». Para la gira Moore reunió una nueva banda de acompañamiento llamada The Midnight Blues Band; con Andy Pyle al bajo, Graham Walker a la batería, Don Airey a los teclados, así como una sección de instrumentos de viento. Esos mismos músicos también participaron en el álbum, además del bajista Bob Daisley, el batería y ex compañero en Thin Lizzy, Brian Downey y el teclista Nicky Hopkins, entre otros.

«Atrás quedaron las casacas militares y el cuero»

En 1992 llegaría «After Hours», que fue platino en Suecia y oro en el Reino Unido, donde se convirtió en el álbum de Moore con mayor éxito, alcanzando el número cuatro en la listas de aquel país. El álbum cuenta con colaboraciones de BB King y Albert Collins, además de los músicos habituales Bob Daisley y Andy Pyle al bajo, Tommy Eyre a los teclados, y los baterías Graham Walker y Anton Fig. Un año después, más concretamente el 10 de mayo de 1993, se publicó «Blues Alive», un álbum en vivo con grabaciones de su gira de 1992, basado en temas de los entonces recientes álbumes de Moore, «Still Got the Blues» y «After Hours». «Blues Alive» fue, con diferencia, el más exitoso de todos sus álbumes en vivo de Gary Moore, alcanzando el número 8 en la lista de álbumes del Reino Unido y obteniendo el disco de oro. Su lanzamiento fue precedido por el sencillo «Parisienne Walkways» en vivo.

«BBM o lucha de egos, como prefiráis»

En 1993 Gary Moore forma junto a los ex Cream Jack Bruce y Ginger Baker (bajista y batería respectivamente) el power trío BBM («Baker Bruce Moore»). Ese mismo año el sello discográfico Virgin lanza el debut de la banda titulado «Around the Next Dream». El álbum alcanzó el número 9 en la lista de álbumes del Reino Unido en el verano de 1994, pero sólo pasó cuatro semanas en las listas. La canción, «Where in the World» fue lanzada como sencillo, alcanzando el número 57 en la lista de sencillos del Reino Unido en agosto de 1994. La portada del álbum presentaba una fotografía de Baker (representando a un ángel) fumando un cigarrillo. Antes de disolverse, la banda realizó una breve gira por el Reino Unido para coincidir con el lanzamiento del álbum y también tocó en algunos festivales de rock en el europa. El proyecto se vio empañado por conflictos de personalidad entre los miembros, así como por problemas de oído que Moore sufrió durante la gira.

«Había muchos problemas dentro de la banda que lo habrían hecho imposible a largo plazo. Creo que Jack (Bruce) estaba acostumbrado a tener su propia banda, yo estaba acostumbrado a tener la mía, así que fue muy difícil».

Gary Moore sobre la separación de BBM.

El 14 de noviembre de 1994 aparece el recopilatorio «Ballads & Blues 1982–1994». Un álbum que contiene las baladas románticas y blues más suaves que Moore había grabado desde 1982. Además de tres temas inéditos. Uno de ellos, «One Day» es una versión descartada del álbum «Around the Next Dream», grabado por el supergrupo BBM, del que Moore era miembro.

En 1995, Moore lanzó «Blues for Greeny», un álbum tributo a su amigo y mentor Peter Green guitarrista de John Mayall & the Bluesbreakers y miembro fundador de la banda Fleetwood Mac. El álbum contenía versiones de temas de ambos grupos y se grabó con la misma Gibson Les Paul Standard de 1959 que Green usó en las pistas originales. Green prestó y vendió la guitarra a Moore (conocida como Greeny) tras dejar Fleetwood Mac. Y es que esa «vieja» guitarra, con un sonido característico, tiene su historia: Peter Green la compró por sesenta guineas en la tienda de instrumentos musicales Selmer de Londres antes de unirse a John Mayall & the Bluesbreakers. Green debutó con la guitarra en el álbum del grupo de 1967, «A Hard Road». En enero de 1970, Green conoció a Gary Moore, quien era telonero de Fleetwood Mac en sus días con Skid Row. Moore consideraba a Green una de sus mayores influencias, y pronto se hicieron amigos. Tras prestarle «Greeny» a Moore durante unos días, Green le preguntó si quería comprarla. Moore dudó al principio, pensando que no podía permitírselo, pero Green le sugirió que vendiera su guitarra principal y le pagara lo que le dieran. Moore vendió entonces su Gibson SG, por la que recibió 160 libras, pero Green se negó a aceptar el dinero. En cambio, Green le pidió la misma cantidad que había pagado originalmente, que según Moore fueron 120 libras. Al final, Green solo aceptó 100 o 110 libras por la guitarra. Cuando Moore le dijo que podía recuperarla en cualquier momento, Green respondió: «No, nunca te la volveré a pedir».

«Moore, Green y Hammet con la famosa Greeny»

Mientras fue dueño de la guitarra, Moore reemplazó la placa del conector, así como los controles inferiores de volumen y tono. También reemplazó los clavijeros originales por afinadores Sperzel. En 2006, Moore se vio obligado a vender la guitarra debido a problemas financieros. La vendió al comerciante de guitarras Phil Winfield por entre 750.000 y 1,2 millones de dólares. Winfield la puso a la venta por 2 millones de dólares, tras lo cual pasó a manos de varios coleccionistas privados. En 2014, el guitarrista de Metallica, Kirk Hammett, compró «Greeny» al comerciante de guitarras Richard Henry por menos de dos millones de dólares. Henry vendía la guitarra en nombre del entonces propietario, Melvyn Franks. Anteriormente, se le había ofrecido a James Hetfield, compañero de banda de Hammett, por una cantidad exorbitante, pero la rechazó. En 2020, Hammett declaró haber pagado menos de medio millón de dólares por la guitarra, ya que Franks enfrentaba problemas financieros y de otro tipo en Estados Unidos y necesitaba una venta rápida.

«Greeny» es conocida por su tono único, que ha sido descrito como «mágico» por numerosas publicaciones y otros músicos. La guitarra está equipada con pastillas PAF. Al principio de su carrera, Green intentó emular el tono de Eric Clapton quitando la pastilla del mástil. Finalmente, la volvió a colocar, pero al revés por error. Esto le dio a la guitarra su tono desfasado «distintivamente nasal» cuando el selector de pastillas está en la posición central. La pastilla del mástil también cuenta con un imán de alnico invertido, que se cree que es un error de fábrica o una modificación del mercado de accesorios. El mástil de la guitarra se ha roto dos veces, lo que Hammett cree que también ha afectado a su tono. Peter Green, sin embargo, admitió que no había nada particularmente especial en la guitarra ni en su sonido. También afirmó que ni siquiera sabía qué significaba «fuera de fase». En 1994, Gary Moore contactó con Jol Dantzig de Hamer Guitars para construir una guitarra personalizada con doble humbucker inspirada en «Greeny». Mientras inspeccionaba las pastillas, Dantzig usó una brújula para medir su polaridad magnética. Descubrió que estaban desfasadas magnéticamente: un imán estaba orientado de norte a sur y el otro de sur a norte. Según Andy Ellis, de la revista Guitar Player, el desfase generado magnéticamente responde a los cambios de tono, dando a las notas agudas un «sustain pronunciado». El guitarrista de Def Leppard, Vivian Campbell, posee una réplica personalizada de «Greeny», apodada «Gary» en honor a Moore.

«Gary intentando parecer moderno»

El undécimo álbum de estudio de Gary Moore, «Dark Days in Paradise» fue publicado por Virgin Records el 26 de mayo de 1997. Representó un cambio radical en la dirección musical de Moore, abandonando el estilo blues y blues rock de sus álbumes anteriores en favor de un sonido más contemporáneo incorporando una amplia gama de estilos, como drum and bass, jungle, world music, soul, jazz, folk, música oriental, folk irlandés, britpop, reggae y hip hop, con un enfoque rítmico y una producción con ritmos electrónicos. Moore produjo el álbum con Chris Tsangarides y contó con la colaboración de músicos como las del bajista Guy Pratt, el batería Gary Husband y el teclista Magnus Fiennes. El repentino cambio de dirección de Moore sorprendió a muchos de los fans que Moore había ganado más recientemente, y el álbum se vendió mal. «Dark Days in Paradise» alcanzó el puesto número 43 en la lista de álbumes del Reino Unido, pasando dos semanas en la lista. En la lista de sencillos del Reino Unido, «One Good Reason» alcanzó el puesto número 79 en mayo, mientras que «I Have Found My Love in You» alcanzó el puesto número 90 a finales de junio. El disco debutó en el puesto número 41 en la lista de los 100 mejores álbumes europeos y alcanzó el número dos en Grecia. Virgin reeditó el álbum en 2003, añadiendo tres pistas adicionales: la canción principal, «Burning in Our Hearts» y «There Must Be a Way». El guitarrista promocionó el álbum con conciertos en el Reino Unido y Europa a lo largo de 1997.

«Abarca todas las influencias que he tenido en mi carrera a lo largo de los años y algunas nuevas. Hay un poco de todo ahí. He estado escuchando mucho hip-hop, drum ‘n’ bass, reggae, R&B, cosas muy rítmicas».

«El disco no es una respuesta a la percepción que la gente tenía de mí como artista, sino simplemente lo que quería hacer. Lo mismo que cuando empecé, o volví, a tocar blues, simplemente sentí que era hora de un cambio».

Gary Moore sobre «Dark Days in Paradise».

De nuevo en 1998 se publica un recopilatorio de Gary Moore: «Out in the Fields: The Very Best of Gary Moore». Lanzado por Virgin, el álbum abarca parte de la extensa carrera de Moore entre 1982 y 1992, centrándose principalmente en los álbumes de hard rock que publicó durante ese período. Además de la versión regular de un solo disco, también se lanzó una edición limitada de dos CD; el segundo disco contiene varias caras B en vivo y en estudio, un sencillo no incluido en el álbum y una remezcla del mismo. Un año después se publicaría una segunda parte titulada «Blood of Emeralds – The Very Best of Gary Moore Part 2». El set de 2 CD incluye 26 temas entre grabaciones de estudio y versiones en vivo.

Aunque su anterior trabajo «Dark days in Paradise» desconcertó a los fans de Moore y se vendió mal, el músico continuó su experimentación musical con «A Different Beat», el primer álbum de Moore tras dejar Virgin Records. publicado por Castle Music el 27 septiembre de 1999. De nuevo Moore abandona sus estilos habituales de blues y hard rock para adoptar un enfoque pop más experimental. El guitarrista se inspiró en la música dance moderna y buscó crear un álbum que fusionara ritmos dance con trabajo de guitarra, para lo cual colaboró ​​con los músicos Roger King y los EZ Rollers. El álbum se caracteriza por el uso de teclados, loops, samples, ritmos de baile programados y experimentos con drum and bass, aunque también incorpora los solos de guitarra blues de Moore. En el álbum aparece una versión de «Fire» de Jimi Hendrix. Tras su lanzamiento, «A Different Beat» fue otra decepción comercial para Moore y desconcertó a sus fans. Posteriormente el guitarrista renegó de este trabajo.

«Realmente estás crucificado antes de empezar. ¡La gente que estaría en lo que hago probablemente odiaría esos ritmos y la gente en la música de baile probablemente me odiaría a mí!»

Gary Moore sobre «A Different Beat».

Tras los dos álbumes en los que Moore experimento con sonidos nuevos y que tan mal recibimiento tuvieron, regresa a sus raíces en 2001 con el lanzamiento de «Back to the Blues» que como su título indica, fue un regreso al blues eléctrico con el que se había hecho famoso desde 1990. Vic Martin a los teclados. Pete Rees al bajo y Darrin Mooney a la batería acompañaron esta vez al músico irlandés en su vuelta al blues. El 19 de febrero de 2002 aparece el enésimo recopilatorio de Gary Moore (y alguno me he dejado) titulado «The Best of the Blues». El álbum, lanzado por su antigua compañía Virgin, consta de dos CD. El primero contiene canciones de sus álbumes de blues de los 90: «After Hours» , «Blues Alive» , «Blues for Greeny» y, sobre todo, «Still Got the Blues». El segundo disco es íntegramente en directo.

«Las cicatrices de Gary Moore»

Ese mismo año, 2002, Gary Moore formó junto al batería de Primal Scream, Darrin Moone y el ex bajista de Skunk Anansie, Cass Lewis, una banda llamada Scars. El sonido del trío recuerda al de artistas como Jimi Hendrix o Stevie Ray Vaughan, de una manera moderna, publicó su álbum homónimo a través de Sanctuary Records el 26 de agosto de 2002 en Europa, el 2 de septiembre en el Reino Unido, el 4 en Japón (Victor Records) y el 10 en EE.UU. El álbum y el título de la banda podrían aludir tanto a las cicatrices emocionales de Moore como a las cicatrices en su rostro causadas en una pelea de bar en Dingwalls, Camden, un barrio del centro de Londres, cuando dos hombres empezaron a hablar de la novia de Moore allí presente. Moore los increpó, pero uno de ellos rompió una botella contra la barra y le cortó la cara a Moore con ella. Durante los 80, Moore ocultó sus cicatrices en fotografías y vídeos, mirando hacia abajo o apareciendo encuadrado en las fotografías desde lejos.

«Lo cambió. Mucha de esa ira y emoción contenidas se manifestaba en su forma de tocar… también se manifestaba de otras maneras. Debe ser difícil recuperarse de algo así».

Eric Bell, amigo y guitarrista de Thin Lizzy.

Ya en 2003 Moore publica en CD y DVD «Live at Monsters of Rock», grabado en vivo el 21 de mayo de 2003 en el Sheffield Hallam Arena, Inglaterra, durante la participación de Moore en la gira Monsters of Rock de ese año. A pesar de estar acreditado únicamente a Moore, el álbum presenta en realidad representa una actuación de su proyecto Scars, junto a Cass Lewis y Darrin Mooney al bajo y la batería, respectivamente. La banda interpreta varios temas de su único álbum de estudio, publicado el año anterior, así como canciones del extenso catálogo de Moore. El DVD incluye una prueba de sonido adicional y una entrevista con Gary Moore.

Tras el efímero power trío Scars, Gary Moore lanza en 2004 su decimocuarto álbum en solitario «Power of the Blues» , coproducido, al igual que «Scars» y «Back to the Blues», junto al mítico productor Chris Tsangarides. El álbum contó con la participación de Darrin Mooney en la batería. Completando la formación estaba Bob Daisley, quien no había participado en un álbum de Gary Moore desde «After Hours» de 1992. «Power of the Blues» contiene tres versiones, dos de ellas escritas por Willie Dixon y la otra por Percy Mayfield. En 2018, Bob Daisley volvió a grabar el tema «Torn Inside» para su álbum tributo a Gary Moore «Moore Blues for Gary», la voz estuvo a cargo del ex compañero de banda de Gary en Skid Row, Brush Shiels.

En 2006 llegaría «Old, New, Ballads, Blues», y un recopilatorio más «The Platinum Collection», con tres CD, cada uno de una categoría diferente: rock , blues y música en vivo. Un año después y junto a su ex compañero en Thin Lizzy, el batería Brian Downey, Moore editaria «Close as You Get» y ya en 2008 «Bad for You Baby», que nos lleva a 2009 y a «Essential Montreux» , una edición especial de cinco CD con cinco de las seis actuaciones que Moore realizó en el Festival de Jazz de Montreux (Live at Montreux 1990, 1995, 1997, 1999 y 2001). En total, hay sesenta canciones repartidas en los cinco CD con un tiempo de reproducción total aproximado de seis horas.

«D.E.P. Gary Moore»

La madrugada del 6 de febrero de 2011, Moore falleció a los 58 años de un infarto mientras dormía. En ese momento, se encontraba de vacaciones con su novia en el Hotel Kempinski de Estepona, Málaga. Su fallecimiento fue confirmado por el mánager de Thin Lizzy, Adam Parsons. El Daily Telegraph informó que su infarto fue provocado por un nivel de alcohol en sangre del 0,38 %, mientras que un nivel del 0,40 % se considera generalmente letal y el 0,08 % se considera legalmente ebrio. Según Mick Wall , periodista musical, Moore había desarrollado un grave problema con la bebida durante los últimos años de su vida. Moore fue enterrado en una ceremonia privada en el cementerio de Santa Margarita en Rottingdean, Brighton, en la costa sur de Inglaterra, a la que asistieron únicamente familiares y amigos cercanos. Su hijo mayor, Jack, y su tío Cliff interpretaron la balada irlandesa «Danny Boy» en su funeral.

El 19 de septiembre de 2011 aparece a modo póstumo «Live at Montreux 2010», un álbum en vivo en CD y Blu-ray/DVD. El concierto se grabó el 6 de julio de 2010 en el Festival de Jazz de Montreux, convirtiéndose en la última actuación filmada de Gary Moore antes de su fallecimiento. El concierto se nutre principalmente del álbum y la era «Wild Frontier», además de incluir tres nuevas canciones que estaban planeadas para aparecer en un nuevo álbum de rock celta, aunque este proyecto nunca se materializó debido a su muerte. La versión en Blu-ray/DVD cuenta con cuatro temas más grabados en el mismo festival pero en 1997. El teclista Magnus Fiennes, el bajista Guy Pratt y el batería Gary Husband acompañaban a Moore en aquel concierto, mientras que en 2010 lo hacían Neil Carter a los teclados, coros y guitarra rítmica, Jonathan Noyce al bajo y Darrin Mooney a la batería.

Influenciado por Peter Green y Eric Clapton, Moore interpretó una amplia gama de música, incluyendo blues, blues rock, hard rock, heavy metal y jazz fusión, pero eso sí, siempre fácilmente reconocible por su sensibilidad melódica, así como por su agresivo vibrato. A pesar de estar estrechamente asociado con el movimiento de guitarra «shred» de la década de los 80, fue muy crítico de muchos de sus defensores, describiendo a muchos de los artistas asociados con el G.I.T (Guitar Institute of Technology) y Shrapnel Records (discográfica de la mayoría de shredders de la época) como parte de una «cadena de producción de guitarristas que no tienen mucho que decir por sí mismos». En ocasiones se le acusó de seguir modas, algo que Moore negó; afirmó que siempre había hecho lo que le gustaba en ese momento. Moore era descrito a menudo como «gruñón» y tenía fama de ser difícil de trabajar con el. El propio Moore lo reconoció, atribuyéndolo a su propio perfeccionismo, algo que exigía a los demás. Don Airey dijo más tarde que el perfeccionismo de Moore a menudo le perjudicaba.

«Fui a verlo al camerino después. Me senté a su lado y le dije: ‘¡Un concierto genial, Gary!’. Me miró. ‘¿Qué? ¡Menuda mierda! ¡Nunca he tocado tan mal en mi vida!’. Vi esa faceta suya bastante a menudo».

Eric Bell, después de un concierto en Dublín.

Eric Clapton interpretó «Still Got the Blues» en un concierto como homenaje a Moore, y la canción se incluyó posteriormente en su álbum de 2013, «Old Sock» . El 12 de marzo de 2011, se celebró una noche de homenaje a Moore en Duff’s Brooklyn, Nueva York. El 18 de abril de 2011, Eric Bell, Brian Downey y varios artistas se reunieron para un concierto de homenaje en Whelan’s, Dublín. En 2012, se realizó una exposición que celebraba la vida y la obra de Moore en el Oh Yeah Music Centre de Belfast. Para conmemorar lo que habría sido el 65 cumpleaños de su padre, Jack Moore junto con el guitarrista Danny Young lanzaron la canción tributo «Phoenix» en 2017. Ese mismo año, el guitarrista Henrik Freischlader lanzó un álbum tributo a Moore, titulado «Blues for Gary». En 2018, Bob Daisley lanzó el álbum «Moore Blues for Gary – A Tribute to Gary Moore», que contó con la participación de Glenn Hughes, Steve Lukather, Steve Morse, Joe Lynn Turner y Ricky Warwick. El 12 de abril de 2019, se realizó un concierto tributo a Moore en el Belfast Empire Music Hall para ayudar a recaudar fondos para una estatua conmemorativa. Los planes para la estatua fueron aprobados por el Ayuntamiento de Belfast en enero de 2025.

Enlazamos con uno de los muchos vocalistas que acompañaron a Moore a lo largo de su carrera tanto en estudio como en directo y lo hacemos que el grandísimo Glenn Hughes y esta banda llamada California Breed.

California Breed fue una banda de hard rock formada en Los Ángeles, California, en 2013 por tres músicos de primer nivel: Glenn Hughes (bajo y voz), Andrew Watt (guitarra) y Jason Bonham (batería). Tras la disolución de Black Country Communion ese mismo año, Hughes conoció a Watt gracias a la mediación de Julian Lennon (el hijo mayor de John Lennon) y la química musical entre ambos fue inmediata. Poco después invitaron a Jason Bonham, viejo compañero de Hughes en Black Country Communion e hijo del legendario batería de Led Zeppelin, completando así la formación. A finales de 2013, la banda entró en el estudio para grabar su primer y único álbum, «California Breed», producido por Dave Cobb. El disco vio la luz en mayo de 2014 a través de Frontiers Records y recibió una notable acogida tanto en EE.UU. como en Europa. En Estados Unidos alcanzó el puesto 78 en el Billboard 200, el número 22 en Top Rock Albums y llegó a encabezar la lista de Top Hard Rock Albums. En el Reino Unido alcanzó el puesto 26 en la lista oficial de álbumes y llegó al número 1 en la lista de álbumes de rock, logrando también entrar en varios rankings europeos.

Poco después del lanzamiento, Jason Bonham abandonó el grupo debido a compromisos que le impedían salir de gira y fue reemplazado por Joey Castillo, ex batería de Queens of the Stone Age e Eagles of Death Metal. Con esta nueva formación, California Breed salió a la carretera, primero como teloneros de Alter Bridge y, posteriormente, compartiendo escenario en el Reino Unido con Slash junto a Myles Kennedy & The Conspirators. Sin embargo, las tensiones internas y la marcha definitiva de Bonham marcaron el futuro de la banda. Finalmente, en enero de 2015, California Breed anunció oficialmente su separación. California Breed ofreció un hard rock enérgico, directo y con alma blues, sostenido por la voz inconfundible de Glenn Hughes, el talento guitarrístico de un jovencísimo Andrew Watt y la contundencia de Jason Bonham. Y hablando de Jason Bonham, con él retrocedemos en el tiempo para recordar su primera gran banda, Airrace.

Banda británica de hard rock/AOR formada en 1982 por el guitarrista Laurie Mansworth, tras su salida de la banda More. Después de varios ensayos, la formación inicial se completó con Phil Lewis (voz), Jim Reid (bajo) y Simon Tomkins (batería). El grupo debutó en directo el 11 de febrero de 1983 en el Marquee Club de Londres. Esa misma noche, el conocido mánager Peter Grant —famoso por su trabajo con Led Zeppelin— sugirió a Mansworth contratar a un joven batería de 17 años: Jason Bonham, hijo del legendario John Bonham. Con Grant como mánager, la banda incorporó además al teclista Toby Sadler y reemplazó a Phil Lewis por Keith Murrell como vocalista principal. En el invierno de 1983, Airrace fue telonero de Def Leppard en su gira por el Reino Unido y, en febrero de 1984, acompañó a Ted Nugent en su tour británico. Ese mismo año viajaron a Nueva York para grabar su primer álbum en los Atlantic Studios, bajo la producción de Beau Hill.

«Airrace con un jovencísimo Boham (1º por la derecha)»

En agosto de 1984, Airrace se unió como telonero a la gira europea de Queen. Sin embargo, su paso como teloneros de AC/DC en Lyon y París los días 12 y 15 de septiembre de 1984 resultó problemático: tras sustituir a Mötley Crüe en el último momento, parte del público, molesto por la ausencia de la banda anunciada, lanzó objetos al escenario durante la actuación de Airrace. El 5 de octubre de 1984 se publicó su álbum debut, «Shaft of Light», a través del sello Atco Records (Atlantic). Aunque recibió buenas críticas, el disco no alcanzó un éxito comercial significativo, en parte por una distribución irregular y la ausencia de una gira en Norteamérica. Tras el lanzamiento, la banda continuó su gira europea, abriendo conciertos para Meat Loaf y finalizando su actividad en directo el 8 de mayo de 1985 en Londres, como teloneros de Krokus. Poco después, tras las salidas de Jason Bonham y Keith Murrell, Airrace se disolvió en 1986. Ese mismo año, Laurie Mansworth intentó reactivar la banda con una nueva formación, pero el proyecto no prosperó. En 2009, Mansworth y Murrell revivieron oficialmente Airrace. Su álbum debut, «Shaft of Light», fue re editado ese mismo año por Rock Candy Records en un CD remasterizado con dos temas extra. En 2011, publicaron un nuevo álbum titulado «Back to the Start» , junto a Simon Dawson (batería), Toby Sadler (teclados), David Boyce (bajo) y Dean Howard (guitarra). En 2018, ya con Mansworth como único miembro original, lanzaron su último trabajo hasta la fecha: «Untold Stories».

Continuamos con uno de los músicos de la banda, el teclista Toby Sadler y su paso por una de las bandas más míticas del heavy metal británico, Samson.

La banda británica Samson fue formada en 1977 por el guitarrista Paul Samson, junto al bajista Chris Aylmer y el joven batería Clive Burr. Un año después grabaron y lanzaron sus primeros sencillos: “Telephone” y “Mr Rock & Roll”. En octubre de 1978, se unió el vocalista principal Mark Newman, pero después de unos seis shows, Paul Samson retomó la voz principal y volvieron a una formación de tres integrantes. A finales de ese mismo año, 1978, Clive Burr abandonó el grupo. Tras audicionar a más de 60 baterías, la banda incorporó a Barry Purkis, quien adoptaría el apodo de Thunderstick y desarrollaría una imagen icónica: actuaba con una máscara y tocaba la batería encerrado en una jaula. En diciembre de 1978 Samson abre para Gillan (la nueva banda de Ian Gillan) en varios conciertos.

«El amigo Barry Purkis enjaulado»

En 1979, la banda firmó con Lazer Records y comenzó la grabación de su primer álbum, “Survivors”, producido por John McCoy (ex compañero de Paul Samson en la banda londinense Scrapyard). Aunque Chris Aylmer, que no quiso firmar el contrato discográfico, aparece acreditado como bajista (el álbum fue grabado por John McCoy) y Bruce Dickinson como vocalista bajo el nombre de Bruce Bruce, el disco se completó antes de que Dickinson ingresara a la banda, por lo que las voces principales fueron grabadas por Paul Samson. Un mes antes de la publicación del álbum, en mayo de 1979, Samson, Iron Maiden y Angel Witch giran juntos bajo el lema The Heavy Metal Crusade. La gira finaliza en julio.

A principios de octubre ​​de 1979 Bruce Dickinson se une a Samson, actuando por primera vez con el grupo el 9 de noviembre en el Music Machine, Camden, Londres. Con Bruce Dickinson a bordo se consolida la formación clásica de Samson: Paul Samson (guitarra), Bruce Dickinson «Bruce Bruce» (voz), Chris Aylmer (bajo) y Thunderstick (batería). Ese mismo mes de noviembre Samson inicia una gira como cabeza de cartel. Ya en 1980, en enero, giran junto a Robin Trower como invitados especiales y a mediados de febrero la banda gira como teloneros de Rainbow en su gira «Down to Earth», que finalizó en marzo en el Wembley Arena. En julio de 1980 se publicó el segundo álbum, “Head On”, que alcanzó el puesto 34 en las listas británicas. Su portada mostraba a Thunderstick enmascarado, y el álbum incluía el instrumental “Thunderburst”, acreditado también a Steve Harris. Este tema deriva de “The Ides of March”, compuesto por Harris en 1977 cuando Thunderstick formaba parte de Iron Maiden. Sin embargo, cuando Maiden lanzó su propia versión en 1981 dentro de “Killers”, Harris se atribuyó la autoría completa, lo que generó fricciones entre ambas bandas. La gira de apoyo a “Head On” se prolongó durante todo 1980 y estuvo plagada de problemas legales y de gestión. Ya con Bruce Dickinson asentado como vocalista, Samson se unieron como teloneros de Uriah Heep en una gira por el Reino Unido y algunas fechas europeas en noviembre de 1980.

En 1980, cuando Samson empezaba a despuntar en plena ebullición de la NWOBHM, la banda protagonizó una de las aventuras más insólitas de su carrera: un mediometraje titulado «Biceps of Steel». La película, dirigida por Julien Temple —el mismo que ya había trabajado con Sex Pistols y The Clash—. El proyecto, concebido en principio como un largometraje, fue una apuesta de Polydor Records para promocionar al grupo de una manera diferente, en una época en la que el concepto de videoclip aún no estaba del todo asentado. El resultado fue un híbrido entre concierto filmado, relato de ciencia ficción de serie B y videoclip extendido, todo en apenas veinte minutos. la película se rodó en apenas unos días con muy bajo presupuesto y muchos de los extras eran amigos de la banda o gente de la escena rockera londinense. Julien Temple aceptó el trabajo casi como un experimento, y después reconocería que el guión apenas existía: la mayoría de las escenas se improvisaron sobre la marcha. Según Paul Samson, Polydor esperaba usarla para abrir camino en el mercado estadounidense, pero nunca llegó a distribuirse allí.

La historia, que mezcla humor y estética kitsch, gira en torno a un héroe musculoso que desafía a una villana autoritaria mientras la música de Samson sirve de banda sonora. Entre las canciones que aparecen están “Hard Times” y “Vice Versa”, extraídas del disco Head On. El film incluye escenas con Thunderstick enmascarado, un elemento que añadía todavía más aire teatral a una producción ya de por sí extravagante. Aunque nunca tuvo distribución comercial en cines ni un lanzamiento oficial en vídeo, «Biceps of Steel» circuló en copias promocionales de VHS y Betacam enviadas a televisiones y prensa musical. Con el paso de los años, el mediometraje se convirtió en una rareza buscada por coleccionistas y en una curiosidad histórica: un intento pionero de unir heavy metal con narrativa visual, anterior incluso al boom de la MTV. De hecho, fragmentos de la película llegaron a verse en la cinta de terror The Incubus (1981) y, muchos años más tarde, volvió a la luz como material extra incluido en el DVD «Anthology» de Bruce Dickinson, lo que permitió a los fans redescubrir esta pieza tan peculiar de la historia de Samson.

A finales de ese año, la banda entró en el estudio para grabar su tercer trabajo, “Shock Tactics” (1981), considerado uno de sus discos más emblemáticos. Sin embargo, la gestión era uno de los problemas de Samson. Contrataban a la banda en giras de apoyo bastante desiguales, los hacían tocar en un local y luego volvían una semana después para tocar en el mismo lugar, pero con otro artista. Finalmente, todo acabó en los tribunales, dejando a la banda sin poder tocar ni cobrar. Y cuando se resolvió el asunto legal y la banda dejó la gestión en 1981, descubrieron que su discográfica estaba en quiebra.

«Cometimos todos los errores del negocio».

Bruce Dickinson.

La última actuación de Bruce Dickinson con Samson tuvo lugar en el Reading Festival de 1981. Meses antes, al comenzar la gira de «Shock Tactics» , Thunderstick dejó la banda y fue reemplazado por Mel Gaynor, un batería negro de funk/rock que participó en apenas tres o cuatro conciertos antes del Reading Festival de 1981 y que posteriormente se uniría a los «poperos» Simple Minds. Gaynor fue reemplazado por Pete Jupp. Samson logró tres entradas en la lista de sencillos del Reino Unido: «Riding With The Angels» (1981, nº 54), «Losing My Grip» (1982, nº 63) y «Red Skies» (1983, nº 65). Tras la marcha de Dickinson a Iron Maiden, la banda reclutó a Nicky Moore como vocalista y a Pete Jupp como batería. En abril de 1982, ya con la formación renovada, Samson giraron por el Reino Unido con Blackfoot como cabezas de cartel. La respuesta del público fue muy positiva, y la gira fue decisiva para que Samson firmaran contrato internacional con Polydor Records, lo que les permitió ampliar su distribución fuera del Reino Unido. En 1982 lanzaron el EP “Losing My Grip” y el álbum “Before the Storm”. A Finales de 1982, Samson fueron invitados especiales en algunos conciertos de la gira británica y europea de Whitesnake (la del álbum «Saints & Sinners»). En 1984 publicaron “Don’t Get Mad, Get Even”, con el que lograron un notable éxito en Europa, llegando a abrir para Whitesnake entre abril y mayo de 1984 durante el tour de «Slide It In» por Europa..

En mayo de 1984, justo tras la gira europea en la que habían abierto para Whitesnake, Paul decide disolver temporalmente la banda como única salida para romper el contrato con Polydor. Oficialmente, Samson “se separan” en ese punto, aunque en realidad era más un movimiento legal que una ruptura definitiva. Paul Samson continuó en solitario, pero un año después apareció el directo “Thank You and Goodnight… Live”, grabado en conciertos ofrecidos en Holanda y Alemania durante marzo y abril de 1984. Esta formación incluía a Dave Colwell (ex-Urchin y futuro miembro de Bad Company) y Merv Goldsworthy (quien luego formaría parte de FM). En 1987, Paul Samson reactivó la banda con una formación renovada después de algunos años de inactividad. Un año después publican el EP de cinco temas «And There It Is… » en el sello Raw Power (una subsidiaria de FM Revolver Records). El sonido de la banda se acercaba a un hard rock/AOR más melódico, siguiendo la tendencia de finales de los 80. La formación en ese momento estaba compuesta por Paul Samson a la guitarra, Mick White a la voz, Dave Boyce al bajo, Toby Sadler a los teclados y Charlie Mack a la batería. Hicieron algunos conciertos en Reino Unido y Europa, pero sin gran repercusión. En enero de 1989 Mick White ya había dejado la banda y Samson contrata como vocalista temporal a Mike Feather para cumplir las fechas en Alemania. Más adelante Paul Samson decide grabar nuevo material en estudio, y recluta al cantante escocés Peter Scallan. Con él se registran varios temas que acabarán formando parte de las demos de un nuevo álbum que en principio se llamaría «Ignition». Finalmente el álbum se tituló “Refugee”, y se lanzó en 1990 continuando con un sonido hard rock. Uno de los temas del álbum es grabado por el vocalista Gary Owen, además, Paul Samson re grabó las partes de bajo antes de la publicación del álbum. Ese mismo año, el sello Raw Power publicó “Live at Reading ’81”, grabado durante la icónica actuación de 1981 con Bruce Dickinson. La formación Paul Samson, Mick White, Dave Boyce, Toby Sadler y Charlie Mack estuvo activa entre febrero y agosto de 1989. Después, Paul Samson vuelve a dejar la banda en «stand by» hasta 1993, año en que se lanzan tres trabajos: “1988”, reedición ampliada del EP «And There It Is…» de 1988, “Samson” (más tarde rebautizado como “Nineteen Ninety-Three”) grabado junto al bajista original Chris Aylmer y el batería Tony Tuohy con Paul a las voces y “Joint Forces”, publicado originalmente como un proyecto solista de Paul Samson junto al bajista John McCoy, los baterías Chris Sharley y Edgar Patric (Bonfire) y el vocalista Nicky Moore.

«Paul Samson. Un talento infravalorado»

Pese a la intensa actividad, Samson volvió a separarse en 1994. En 1999, la banda lanzó “Past, Present & Future”, un recopilatorio que incluía cinco temas nuevos grabados en 1990 por la formación clásica Samson- Aylmer–Thunderstick, más el vocalista Rik (Rek) Anthony. el recopilatorio no incluye ninguno tema de la etapa con Bruce Dickinson. En el año 2000, Nicky Moore regresa a la banda junto a la formación clásica Samson-Aylmer-Thunderstick, Juntos ofrecieron varias actuaciones, destacando el 25.º Aniversario de la NWOBHM celebrado en el Astoria de Londres el 26 de mayo de 2000. Este concierto se editó en el álbum “Live in London 2000”. La banda también participó en el festival Wacken Open Air el 4 de agosto de 2000. El último capítulo de la historia de Samson llegó con la muerte de Paul Samson el 9 de agosto de 2002, víctima de cáncer, mientras trabajaba en un nuevo álbum junto a Nicky Moore. Posteriormente, otros miembros clásicos fallecieron: Chris Aylmer (bajo) el 9 de enero de 2007, Clive Burr (batería) el 12 de marzo de 2013 y Nicky Moore (voz) el 3 de agosto de 2022. La banda dejó un legado sólido dentro de la NWOBHM, con discos de culto y actuaciones memorables que marcaron una época. Con el vocalista que tuvo la difícil tarea de sustituir al gran Bruce Dickinson continuamos, el también «grande» Nicky Moore y su paso por esta «enorme» banda llamada Mammoth.

Mammoth fue una banda británica formada a finales de 1986 por el bajista y productor John McCoy junto al vocalista Nicky Moore. El concepto surgió de McCoy y su esposa Linda, quienes pensaban que la falta de éxito de Moore se debía en gran parte a su imagen física en una época, mediados de los ochenta, dominada por bandas de estética estilizada y músicos de aspecto delgado. La idea fue crear un grupo en el que todos sus integrantes compartieran una complexión similar, de modo que la presencia de Moore no resultara un impedimento. Y es que los integrantes del grupo eran verdaderos «peso pesados»: McCoy pesaba 120 kg, Moore 127 kg, el batería Vinnie «Tubby» Reed 140 kg, y el guitarrista «Big» Mac Baker 152 kg. Así nació Mammoth, inicialmente concebida bajo el nombre de Dinosaur, pero rebautizada debido a la existencia de otra banda californiana con esa denominación.

«Una banda realmente grande»

La formación estuvo integrada por McCoy, Moore, el guitarrista “Big” Mac Baker y el batería Vinnie «Tubby» Reed. El nombre Mammoth, además de una referencia irónica, se convirtió en la base de la campaña promocional que los definía como the heaviest band in the world (“la banda más pesada del mundo”), jugando con la doble acepción física y musical. El debut homónimo fue grabado entre 1987 y 1988 en Manor Studios y Battery Studios, con McCoy como productor y publicado por Jive Records a principios de 1988. Durante la grabación, el guitarrista Kenny Cox, anteriormente en More, abandonó el proyecto y fue sustituido en parte por Bernie Tormé, excompañero de McCoy y conocido por su paso temporal por la banda de Ozzy Osbourne tras la muerte de Randy Rhoads.

El disco apostaba por un hard rock de corte comercial, con un montaje escénico espectacular que incluía más de 200 mini amplificadores Marshall, guitarras de tamaño reducido, una batería de siete bombos y grandes elementos visuales. El sencillo “Fatman”, acompañado de un vídeo con notable rotación en MTV, llamó la atención en Estados Unidos, aunque las tensiones con la discográfica y los representantes, unidas a la negativa de financiar una gira americana, limitaron su proyección internacional. Ese mismo año, Mammoth apareció en la película «Just Ask For Diamond» (1988), en la que interpretaron a un grupo de matones, y contribuyeron a su banda sonora. En 1989 también participaron con un tema en la banda sonora de «Pesadilla en Elm Street 5».

«¿Qué salió mal? Pues que debido a nuestra imagen, poco a poco la música pasó a un segundo plano, y nos convertimos en un grupo de broma. No me entiendas mal, la música iba en serio, estoy muy orgulloso de aquellas canciones. Pero es que al final sólo aparecíamos en programas de humor, en shows de TV infantiles… y algo no encajaba».

«Nunca estuve tan increíblemente gordo como entonces, allá donde íbamos nos daban comida y más comida, comíamos sándwiches a todas horas, en el estudio nos traían menús de McDonald’s constantemente. ¡Era un estilo de vida al límite!»

John McCoy.

En directo, Mammoth actuó como telonero de Marillion y Whitesnake en conciertos puntuales en el Reino Unido, aunque la ambiciosa puesta en escena generó dificultades logísticas, llegando incluso a provocar incidentes como el colapso parcial de un escenario, lo que obligó a exigir refuerzos adicionales en sus actuaciones posteriores. Sin embargo, la falta de recursos y la desaparición de los salarios pactados minaron la cohesión interna, y la banda se disolvió en 1989. El legado de Mammoth se amplió años después con varias publicaciones. En 1997 apareció el recopilatorio “XXXL”, que reunía demos, descartes e inéditos de las sesiones originales de los ochenta, incluyendo versiones extendidas de algunos de sus temas. En 2003 se editó “Larger and Live”, que combinaba seis grabaciones en directo registradas en noviembre de 1987 en Prestatyn (Gales) con material del anterior recopilatorio. Continuamos con la música de la mano del creador de Mammoth, John McCoy y su faceta como productor, ya lo hizo con Samsom y con esta banda llamada White Spitit.

Formados en 1975 en Hartlepool, una ciudad costera del condado de Durham, Inglaterra, por el guitarrista Janick Gers y el batería Graeme Crallan. Su propuesta combinaba influencias del hard rock de los años setenta —con claras referencias a Deep Purple o Uriah Heep— con un sonido que pronto sería identificado dentro de la Nueva Ola del Heavy Metal Británico (NWOBHM). La formación clásica se consolidó en 1978 con Bruce Ruff como vocalista, Malcolm Pearson en los teclados y Phil Brady al bajo. En 1980 publicaron su primer sencillo, «Backs to the Grind», con «Cheetah» en la cara B, a través del sello independiente Neat Records. El lanzamiento alcanzó el número 3 en las listas independientes del Reino Unido y ambos temas aparecieron en recopilatorios de la época dedicados a la NWOBHM.

Ese mismo año, la banda firmó con MCA Records y en julio grabó su debut homónimo en Kingsway Recorders bajo la producción de John McCoy. El álbum «White Spirit» vio la luz el 15 de septiembre de 1980. Tras su publicación, el grupo participó en el Festival de Reading y en giras junto a bandas como Praying Mantis, Samson y Def Leppard. A pesar de las buenas críticas, el álbum tuvo ventas discretas y parte del público metalero lo percibió como una propuesta demasiado pulida. En 1981 comenzaron los cambios en la formación: Brian Howe (futuro vocalista de Bad Company) sustituyó a Bruce Ruff, mientras que Ian Shuttleworth reemplazó a Phil Brady en el bajo, aunque poco después sería relevado por Toby Sadler (quien más tarde se uniría a Airrace pero como teclista). El mayor revés llegó cuando Janick Gers aceptó la oferta de Ian Gillan para unirse a su banda Gillan en sustitución de Bernie Tormé. Su puesto lo ocupó Mick Tucker.

«Tal vez demasiado buenos para la epoca»

La banda trabajó en nuevas maquetas con vistas a un segundo álbum, pero MCA no mostró interés y decidió cancelar el proyecto. Entre finales de 1981 y principios de 1982, White Spirit se disolvió. El álbum debut fue reeditado en 2005 por Castle con un segundo disco de material adicional: rarezas, demos y versiones alternativas. Entre ellas se encontraba «Watch Out», grabada con Brian Howe tras la salida de Bruce Ruff, e incluida originalmente en el recopilatorio «60 Minutes Plus» (1982). En 2012 se publicó «21 Grams», una edición limitada en vinilo blanco con grabaciones inéditas de 1981, pertenecientes al frustrado segundo álbum. En 2022, tras el fallecimiento de Brian Howe en 2020, Malcolm Pearson recuperó las cintas originales de aquel proyecto y, junto a Mick Tucker, trabajó en su restauración. Algunas pistas pudieron conservarse con las voces originales, mientras que otras fueron regrabadas con músicos invitados de renombre como Neil Murray (ex-Whitesnake), Russell Gilbrook (Uriah Heep), Jeff Scott Soto, Lee Small (Lionheart) y Steve Overland (FM). El resultado fue el álbum «Right or Wrong», publicado cuatro décadas después de la disolución de la banda.

Seguimos enlazando bandas aquí en Rock en Cadena. El cofundador y batería de White Spirit, Graeme “Crash” Crallan, se unió en 1984 junto con Mick Tucker a la banda Tank. Con ellos continuamos.

Tank se formaron en 1980 de la mano del bajista y vocalista Algy Ward, exmiembro de The Damned, pioneros del punk británico. Ward buscaba dar forma a un sonido más «metálico», claramente inspirado en Motörhead, algo evidente desde las primeras escuchas, aunque con su propia personalidad. La banda nació como un trío, con los hermanos Brabbs: Peter a la guitarra y Mark a la batería.

«Tank con nuestros Barones»

Su álbum debut, «Filth Hounds of Hades», apareció el 15 de marzo de 1982 bajo el sello Kamaflage Records y con la producción de “Fast” Eddie Clarke, guitarrista de Motörhead. El disco recibió excelentes críticas y situó a Tank como una de las grandes promesas de la NWOBHM, lo que les abrió las puertas del festival de Reading de ese mismo año, compartiendo cartel con, entre otros, los españoles Barón Rojo. Ese mismo 1982, en octubre, publicaron su segundo trabajo, «Power of the Hunter», y en 1983 «This Means War», ya bajo el sello Music for Nations. En este disco se incorporó el guitarrista Mick Tucker, aportando más técnica y un aire “heavy” con el añadido de las dos guitarras. Tras el lanzamiento, Peter Brabbs dejó el grupo y fue sustituido por Cliff Evans a comienzos de 1984. Ese mismo año publicaron «Honour & Blood», con Graeme “Crash” Crallan, ex-White Spirit, a la batería. El álbum fue bien recibido por la crítica, aunque las ventas volvieron a ser discretas. Kerrang! comenzó a etiquetarlos como “los eternos secundarios” de la NWOBHM, una losa difícil de quitarse de encima. La banda emprendió una pequeña gira europea como cabezas de cartel en salas medianas de Alemania, Países Bajos, Bélgica y Reino Unido.

1986 supuso un parón casi forzado: Crallan se marchó, entró y salió fugazmente Michael Bettel, y hasta finales de año no se incorporó Gary Taylor. La inestabilidad hizo que Tank pasara casi dos años sin nuevo material justo en un momento en el que la NWOBHM perdía fuelle y el hard rock americano dominaba la MTV con bandas como Ratt, Dokken o Whitesnake. Evans y Tucker apostaban por orientar el grupo hacia un sonido más comercial, pero Ward se resistía, fiel a la filosofía punk-metal de los primeros discos. Finalmente, en 1987, con Metalloid Records, lanzaron su álbum homónimo «Tank». Allí, Evans y Tucker llevaron la propuesta hacia riffs más melódicos, más cercanos al hard rock de mercado estadounidense, con una producción pulida y canciones accesibles, aunque sacrificando parte de la crudeza original. La crítica se dividió entre quienes lo vieron como una evolución necesaria y quienes lo consideraron una traición a las raíces. Comercialmente, fue un fracaso: Metalloid no tenía medios para una promoción seria y el disco pasó desapercibido. Como tantas otras bandas de la época, Tank no logró mantener las expectativas que habían despertado con su debut. Entre cambios de formación y un prestigio cada vez más diluido, acabaron disolviéndose en 1989. Ward intentó resucitar el grupo en 1997, pero no fue hasta 2002 cuando apareció «Still At War», editado por Zoom Club Records. Aquel disco se convirtió en un culebrón: Ward grabó la mayoría de bajos, voces y guitarras, mientras que Evans y Tucker quedaron fuera de la grabación, aunque se usaron algunos riffs compuestos por ellos. Bruce Bisland aparece acreditado como batería, pero según varias fuentes, gran parte de las pistas fueron registradas por Steve Hopgood, sin figurar en los créditos. La discográfica, buscando venderlo como una reunión de la formación clásica, mantuvo los nombres de Evans y Tucker en la promoción, lo que desató un conflicto interno que terminaría con la ruptura definitiva entre los músicos.

En 2007 la tensión se materializó en dos versiones distintas de Tank: una liderada por Ward hasta su fallecimiento en marzo de 2023, y otra sostenida por Mick Tucker y Cliff Evans, que sigue activa a día de hoy. Continuamos ahora con uno de los guitarristas que mantiene vivo a Tank, Cliff Evans, y su paso por una banda capitaneada por toda una leyenda del heavy metal británico: Paul Di’Anno. Os hablo de Killers.

Después de pasar por Gogmagog, Battlezone y otros proyectos menores, Paul Di’Anno —el carismático y polémico ex vocalista de Iron Maiden— fundó en 1991 la banda Killers junto al batería Steve Hopgood, quien ya había trabajado con él en Battlezone. Ambos viajaron a Nueva York, donde reclutaron al guitarrista Cliff Evans (ex-Tank), al bajista John Gallagher (Raven), de forma temporal, y al músico de sesión Ray Detone como segunda guitarra.

A finales de 1991, con la formación más o menos consolidada, Di’Anno y su mánager Arnie Goodman organizaron dos jornadas de presentaciones privadas en los estudios de Goodman en Nueva York, con el objetivo de atraer a grandes discográficas. Asistieron representantes de Virgin, EMI, Sony y BMG, entre otras. El repertorio, compuesto únicamente por clásicos de Iron Maiden, aún sin material propio, logró captar el interés de BMG, compañía que supuestamente llegó a ofrecer un contrato preliminar de 250.000 dólares para grabar un disco. Aunque este acuerdo nunca quedó del todo confirmado, la importancia de esas presentaciones fue clave: abrieron puertas en Estados Unidos y Sudamérica y permitieron asegurar la financiación parcial de la gira sudamericana de 1992, en parte gracias al promotor de Rock in Rio, Carlos Genesio. El repertorio de aquella gira combinaba clásicos de Iron Maiden con algunos temas de Battlezone y composiciones inéditas de Killers. De estas actuaciones nació el disco «Assault on South America», publicado en 1992 por MetalWorks en edición limitada y destinado sobre todo al mercado sudamericano. Oficialmente se acreditaba como Paul Di’Anno’s Killers. Si bien el álbum se presentó como grabado en Brasil, Argentina y Venezuela, John Gallagher aseguró más tarde que todo se registró en un camión de grabación móvil en Nueva York, tras el fracaso de la gira sudamericana.

El verdadero debut de Killers llegó el 27 de julio de 1992 con «Murder One», lanzado por Zoo Entertainment, filial de BMG. Gallagher regresó a Raven y fue sustituido por Gavin Cooper, mientras que Nick Burr, guitarrista en la grabación, abandonó la formación poco después, siendo reemplazado por Graham Bath para la gira. El álbum incluyó versiones de “Children of the Revolution” (T. Rex), editada como single con videoclip, y de “Remember Tomorrow”, recuperada del primer disco de Iron Maiden. Aunque no tuvo gran repercusión en Reino Unido ni en Estados Unidos, logró buenas ventas en Alemania, Japón y Brasil. La banda giró durante 18 meses con notable éxito en Sudamérica y Japón, pero el ambiente interno era cada vez más tenso: Paul Di’Anno se encontraba en una espiral de autodestrucción marcada por el alcohol y la cocaína, con retrasos, cancelaciones y continuos roces con promotores que exigían más repertorio de Iron Maiden en detrimento del material propio. Tras la gira, Killers regresó al Reino Unido, mientras Di’Anno se quedó en Estados Unidos, recién casado. La relación se quebró rápidamente y los excesos lo llevaron a un incidente violento en Los Ángeles: fue arrestado por maltrato conyugal, posesión de cocaína y tenencia ilícita de armas de fuego. Un juez lo calificó de “amenaza para la sociedad” y lo condenó a cuatro meses de cárcel. Allí comenzó a escribir letras para el siguiente disco, enviando cintas por correo a sus compañeros en el Reino Unido. Al salir, fue deportado a Inglaterra.

«Di’Anno acomodándose a los tiempos»

Con Bleeding Hearts Records como nuevo sello, Killers grabaron «Menace to Society», título que parecía reflejar irónicamente la situación personal de Di’Anno. Durante los ensayos, Graham Bath sufrió artritis en las manos y no pudo completar las sesiones, por lo que Cliff Evans grabó prácticamente todas las guitarras. El álbum mostró un giro hacia un sonido groove/thrash metal cercano a Pantera y Machine Head, acompañado de un cambio de imagen de Di’Anno hacia el estilo alternativo de mediados de los noventa: camisas de franela, gorras y pantalones cortos. La crítica fue en general negativa, salvo en Alemania, donde Metal Hammer lo votó como “Mejor Nuevo Álbum” del año. Aun así, la gira resultó menos exitosa que la anterior y la banda volvió a verse marcada por problemas internos y adicciones.

En 1996 Gavin Cooper abandonó la formación y Cliff Evans se fue distanciando poco a poco, aunque mantuvo cierta vinculación con Di’Anno. La actividad se paralizó por completo entre 1997 y 1999. En 2002 Steve Hopgood dejó la música tras ser diagnosticado de tinnitus crónico. Aun así, en 2003 Di’Anno y Evans revivieron Killers para una gira, acompañados por nuevos músicos: Marcus Thurston a la guitarra, Darayus Kaye al bajo y Pete Newdeck a la batería. En 2004 la banda se disolvió de nuevo. Cliff Evans fundó posteriormente su propia compañía discográfica, Soundhouse Records, y relanzó todo el catálogo de Killers, incluyendo otro álbum en vivo titulado «Killers Live at the Marquee» en 2008. El álbum «Murder One» se reeditó con dos pistas acústicas extra: «Wrathchild» y «Dreamkeeper». Posteriormente, Paul Di’Anno puso ambos álbumes de estudio de Killers a disposición para descarga gratuita a través de su página web. Tras una demanda, Soundhouse se vio obligada a dejar de vender material de Killers, lo que tensaron aún más las relaciones entre ambos. A pesar de ello, en 2013, Di’Anno y Evans anunciaron el regreso de Killers con un nuevo álbum titulado «The Lazarus Syndrome», que nunca llegó a materializarse debido a los graves problemas de salud del vocalista. Desde entonces, el proyecto quedó definitivamente congelado. Paul Di’Anno falleció en Salisbury el 21 de octubre de 2024, a los 66 años. Como curiosidad, durante los años 2000 —y probablemente antes— el mánager de Di’Anno fue Lea Hart, ex vocalista de Fastway, quien lideró un proyecto muy británico que, precisamente, llevaba por nombre True Brits.

En 1992 el vocalista y guitarrista Lea Hart decidió dar forma a este proyecto junto a dos ex miembros de Iron Maiden, Dennis Stratton y Clive Burr, además del guitarrista Dave Senczak y el bajista Mel Gabbitas. El objetivo era grabar un álbum de hard rock en estado puro: melodías cuidadas, armonías vocales, estribillos pegadizos, riffs sólidos, teclados brillantes y una producción más que solvente a cargo del propio Hart. El resultado fue «Ready to Rumble», editado ese mismo año por JIMCO Records y dirigido principalmente al mercado japonés, donde la nostalgia por la NWOBHM vivía un momento de auténtico auge. Hart supo ver la oportunidad y, de hecho, el disco contó con la participación de numerosos músicos vinculados a aquella escena: miembros de Tank, Saxon, Thin Lizzy, Samson, Motörhead y otros tantos dejaron su huella en el proyecto. Más que una banda estable, True Brits fue un experimento puntual. No existen pruebas de que hubiera una gira bajo ese nombre tras la publicación del álbum, lo que confirma que se trató de una iniciativa de estudio con un enfoque muy concreto. Aun así, el disco dejó clara una cosa: tanto Lea Hart como Dennis Stratton tenían un instinto natural para el hard rock melódico y quizá, de haber desarrollado sus carreras en Estados Unidos, habrían encontrado un terreno aún más favorable. Y así cerramos este episodio, enlazando con varios de los músicos que colaboraron en «Ready to Rumble». Nombres como Neil Murray, Don Airey, Gary Ferguson o John Sloman, todos ellos con un nexo común: haber formado parte en algún momento de la carrera de nuestro protagonista de este episodio, Gary Moore.

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¡Hola exploradores!, mi nombre es Tommy Martin y soy el responsable del podcast y el blog Rock en Cadena, donde saco a pasear mi pasión por el rock y en especial por el heavy metal. Además de esto, soy guitarrista en mi banda Rockside. Recuerda, Sube el volumen y disfruta!!!

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